Planeando las batallas con bizcocho y chocolate-libre para Viles

Aquella muestra de cariño por parte de Kurai me hizo resoplar un poco, no estaba acostumbrado a esas cosas.
-Yo tambien espero que no me los causes- bromeé continuando con el camino.

Un buho se posó sobre un arbol mirandonos con esos ojos grandes y amarillos.
-BU!- exclamé y el buho salió volando soltando algunas plumas, al igual que todos los animalillos de alrededor.

Me agaché y recogí una de esas plumas grandes y marrones y se la ofrecí a Kurai -Son mas bonitas las plumas de un simple pajaro que las de un ángel- me burlé.

Otra de las bromitas de Said había hecho su aparición, pero la ignore, ahora que no estaba en casa no era menester ser tan intransigente con el, al fin y ala cabo aun que me hiciera bromitas y se metiera conmigo era el el que me llevaba en mi primera expedición fuera de casa, se merecía que aguantara un poco.

-No esta bien asustar a los animalitos-dije enarcando una ceja mientras el se agachaba a coger algo del suelo.

Cogí aquella pluma que me tendía y sonreí, era muy hermosa con aquellos colores pardos entremezclados.

-Depende de quien sea la pluma Said-dije de manera distraida-al fin y al cabo no todos los ángeles tiene las alas del mismo color-coloque la pluma en mis cabellos, esperando que no se perdiera para tenerla de recuerdo en llegar a casa de nuevo

Sabia de sobra que a ella no le gustaba esa clase de bromas, pero estaba impreso en mi naturaleza. Era malvado..y cuando estaba con ella me contenia, aunque a veces se me escapaba alguna que otra cosa. Miré a Kurai con aquella pluma en el pelo. Ella era...demasiado buena? En todo caso era lo contrario a mí.

-No me importan los ángeles- musité encongiendome de hombros y pasando por alto aquella reprimenda -siempre y cuando los pueda desplumar- ultimé con malicia.

Suspiré, hacia tanto tiempo que no tenia una buena batalla...
Un lobo nos miraba acechandonos entre los arboles -Sal...chico..-murmuré haciendo un ademán con la mano -Vamos bonito...- el lobo salió y se acercó a nosotros de forma prudencial.

Quizas estos y los felinos eran los únicos animales a los que respetaba.

Cuando dijo lo de que a el le guisaba desplumar ángeles, no se por que pero me bino la imagen a la cabeza de una gallina mutante ultra desarrollada y Said arrancándole las plumas con cara de sádico...me tuve que reprimir una buena carcajada

No me había percatado de aquella criatura hasta que Said la llamo, lo mire con curiosidad...era grande y parecía fiero con aquello enormes ojos de color azul zafiro, pude contemplar que en una pata tenia una especie de zona circular sin pelo que me pareció que menos que curiosa, pero algo me llamaba mucho mas la atención de aquel animal, algo que no era normal en las criaturas del bosque.

-Said-dije acercándome al lobo-este animalillo huele a Ángel que tira de espaldas...¿no lo notas?-estire la mano hacia el y me gruño en principio, para después oler aquella mano y lamerla, yo retire la mano y le mire con cariño arrodillándome frente a el y abrazándole por el cuello-bicho bonito, ¿no te enseñaron tus dueños que los infernales podemos ser malos?

Kurai se acercó al lobo como examinandolo. Cuando dijo que olia a ángel agudizé el olfato como si de un perro me tratase -Pfffff- exclamé -Si que es verdad- susurré tapandome la nariz -Mira por donde, quizas viene su dueño y asi podre divertirme un poco..- comenté sonriendo maliciosamente.

Me acerqué a donde estaba el lobo y Kurai. Este me gruñó en cuanto intente tocarlo -Haces bien en temerme animal..- murmuré para luego inspeccionar la zona -¿Que piensas Kurai...que crees que hace un lobito como este por aquí tan solo? ¿Crees que vendrá alguien a recibirnos?- en mi tono habia un poco de ansia.

Mire a mi alrededor sin soltar la cabecita de aquel animal que ahora lamia mi mejilla mientras gruñía amenazadoramente a Said.

-No hay ángeles por aquí-conteste besando el morro de aquel animalillo-seguramente sera la mascota de alguien que la deja aquí mientras regresa a casa-suspire-tu amo es malo, no se tiene que dejar una cosa tan adorable como tu solita por el bosque, si no llego a estar yo y te peleas con el tonto de Said seguro que te mata-dije sentándome sobre el lomo del lobo y acariciando su cabeza.

El animal comenzo a caminar llevándome sobre su lomo de un lado a otro, mientras yo sonreía alegre.

-Creo que he hecho un amigo-dije mirando al vil que me acompañaba-es divertido.

El anima comenzo a correr conmigo encima, alejándose de Said a toda velocidad, mientras yo ante aquella reacción me había sujetado a su cuello con fuerza y cerrado los ojos

-Seguro...- suspiré decepcionado por sus palabras. Kurai, subida a lomos del animal, dijo no se que de un amigo. Yo seguia inspeccionando el lugar por si acaso hasta que me di la vuelta y ví que el animal comenzó a correr en dirección opuesta a la mia.

Fuí detrás de él y el trascurso de la marcha me convertí en mi forma animal demoniaca, el pelaje me cubrió todo el cuerpo, al tiempo que mi cara se transformaba en un tigre. Con un gran salto me planté delante del lobo mirandolo con mis ojos felinos y amenazadores -¿A donde te crees que vas?- gruñi aún sin tomar mi apariencia normal.

Poco a poco había abierto los ojos y poder ver los arboles pasando a toda velocidad a mi lado me pareció impresionante a su manera, pero Said venia en mi "rescate", se planto ante el lobo y le corto el paso, con aquella apariencia felina tan amenazante.

-Mira un gatito blanco-dije medio en coña sin soltarme del cuello del lobo.

El lobo gruñía al demonio con toda la rabia existente en el mundo, lanzándole mordiscos de amenaza con aquellos inmensos dientes afilados.

Me incorpore sentándome de nuevo sobre el animal y al ver mejor aquella escena me enfade.

-Vosotros dos, se acabo la discusion, daros la patita y dejar de pelearos- el lobo se sentó haciendome resbalar por su lomo hasta el suelo, donde tras haber quedado sentada salto sobre mi y me hincho a lametazos-eres demasiado cariñosos conmigo y eso que no me conoces de nada-me incorpore y el cogió con los dientes una de las mangas de mi ropa y comenzo a tirar de mi, yo por mi parte mire a Said

-Creo que quiere que le siga, para ir a algún sitio-me encogí de hombros-vamos Said-sonreí maliciosa-pero quedate así que estas mas mono

El lobo me amenazó con gruñidos, yo me quedé mirandolo dando varias vueltas con la mirada fija en él, como un cazador que se dispone a saltar sobre su presa.
Kurai me echó una reprimenda a la cual bufé un rato para luego estirar las patas sobre el suelo y abrir la mandibula con pereza.

"Que graciosa" mande a su mente "me quedaré asi por que es mas comodo atacar a alguien" finalize moviendo mi cola de un lado a otro.

El lobo con la manga cogida con los dientes la guió a través del bosque, yo los seguia por detrás andando elegantemente sobre mis cuatro patas felinas.

Sacudí la cabeza eliminando aquellos pensamientos que Said había metido en ella y suspire molesta.

El animalillo comenzo de nuevo a tirar de mi llevandonos cada vez mas profundo en le bosque, yo caminaba tranquila mientras el "gatito" estuviera conmigo no me pasaría nada malo, finalmente me sentí libre de la presa del lobo y tras dar unos pocos pasos pude contemplar un maravilloso paisaje frente a mi, un prado lleno de lirios rojos como la sangre.

Me quede con la boca abierta, aquel lugar era como contemplar un campo lleno de sangre.

-Sangre-se me nublo la vista-hay sangre por todas partes, padre...madre-comencé a llorar mientras caía de rodillas al suelo, mis pesadillas me estaban torturando, aquel día, la sangre y la muerte lo rodeaban todo y este lugar me recordaba a ello.

El animalito de acerco lamiendo mis lágrimas con quejidos lastimeros, como si hubiera hecho algo malo y se arrepintiera, yo no le veía, solo veía aquel rojo de mis pesadillas y no podía dejar de llorar

Aquel prado me resultó soberanamente hermoso, el color rojo inundó mis pupilas haciendo que sonriera con algo de malicia volviendo a mi forma humana.

Desvié la mirada hacia Kurai cuando escuche esos repentinos lamentos. Arrodillada y llorando estaba perdida en sus recuerdos.

Me acerqué a ella sin importar que el lobo pudiera morderme para abrazarla -Kurai..- murmuré en un tono sereno poco habitual en mí -Tranquila- comenté tocandole los cabellos -Abre los ojos...aqui no hay sangre, solo flores- susurré intentado calmarla. No podia verla llorar y no hacer nada, supongo que le tenia mucho cariño.

Note como Said me abrazaba por la espalda y me gire hundiendo mi cabeza en su pecho mientras escuchaba aquellas palabras que intentaban tranquilizarme sin practicamente conseguir nada, sabia que aquello era un campo de flores, que no había sangre en ninguna parte, pero las pesadillas y los recuerdos no me dejaban reaccionar.

Me así a la ropa de mi acompañante con todas mis fuerzas mientras hacía un esfuerzo sobre humano por tranquilizarme.

-Said ¿por que tuvieron que matarles?-solloce-¿por que tengo que gobernar? ¿por que....?

La presion psicológica era muy fuerte, demasiado para alguien como yo...finalmente perdí la consciencia entre los brazos de Said, quedando con la cabeza recostada en su pecho y las mejillas bañadas en lágrimas.

El lobo comenzo a aullar lastimosamente mirando a Said y lamiendo mi mejilla, como pidiéndole ayuda para que yo regresara en mi

Tanto era el dolor que soportaba Kurai en ese momento que terminó desfalleciendose. Yo no dije nada, tampoco sabia que decir. Yo habia estado presente en aquella cruel batalla....fuí uno de los pocos supervivientes, un nudo se formó en mi garganta, recordando las ultimas palabras de mi lider "Protege a mis hijos" habria dado mi vida con gusto para intentar salvarle, pero una orden es una orden.

Y ahí estaba Kurai, entre mis brazos, con el rostro aparentemente tranquilo, aunque bien sabia que estaba sufriendo con esas pesadillas.

La levanté en peso, debia llevarla a un lugar tranquilo donde pudiera descansar -Ey lobo....dejaré que vengas si quieres, pero ni se te ocurra molestarme- murmuré. El lobo me siguió en silencio hasta que llegamos a una cueva en medio de la falda de la montaña. Me adentré dejando a la joven reposar sobre la fria piedra y me senté con los brazos y las piernas cruzadas esperando alguna reacción por su parte.

Las pesadillas se sucedían, la sangre, las cabezas empaladas de mi padre y mis tíos y ante todo la imagen que mas se repetía era la de mi madre gritando, nunca pidió piedad, aun que yo no me habria avergonzado si lo hubiera hecho, solo fue un segundo, un movimiento brutal de aquella espada infernal y su cabeza rodó por el suelo, después no había mas que oscuridad y llanto, no mas imagen es.

-Ma...madre-fue lo único que dije mientras el silencio se cernía sobre mi, mientras todo a mi alrededor desaparecía durante unos instantes que me parecían eternos...después desperté

Me incorpore gritando de mi sueño con las lágrimas en mis ojos y tras centrar mi mirada pude ver a Said y a aquel animal tumbado junto a mi que ahora me miraba como pidiendome perdón.

-¿Said?-me frotaba los ojos intentando enfocar la mirada hacia mi acompañante, mientras mi mano acariciaba la cabeza del animal-perdona el espectáculo-me sentía avergonzada de haber sucumbido a mis recuerdos...finalmente había creado problemas y me había convertido en una molestia, agache la cabeza mirando al suelo-lo siento....

Cerré ligeramente los ojos desterrando
aquellas historias pasadas de mi mente hasta que Kurai volvió a gritar, di un
sobresalto y observé a la chica con el ceño ligeramente fruncido., ya había
vuelto en sí.

-No dijiste que no me ibas a crear
problemas?- comenté con algo de rudeza –Bah, olvídalo- dije suavizando el tono –Supongo
que esos amargos recuerdos son imborrables…- desvié la vista hacia el oscuro
exterior de la cueva –Eh eh…- exclamé cortándole la palabra –No te disculpes,
me incomoda esa actitud..- agregué cruzándome de brazos.

Asentí, la verdad es que los recuerdos de lo ocurrido aquel día estaban grabados a fuego en mi corazón y nunca jamas serian borrados de el.

Parecía que Said prefería aquella parte de mi que era un poco mas orgullosa y no se disculpaba, pero después de aquellas pesadillas siempre me sentía vulnerable, no era mi intención incomodarle, pero si el no lo deseaba no me disculparía mas.

El lobo se incorporo y lamió mi rostro para después pasar junto a Said y correr fuera de la cueva, ladrando feliz.

-Es posible que su amó haya bajado a buscarle-dije con una sonrisa feliz-dejemosles tranquilos hoy, al fin y al cabo el a cuidado también de mi ¿verdad Said?-sonreí con malicia sabiendo que mi acompañante tenia ganas de pelear con un ángel, pero hoy no era un buen dia para sus juegos.

Me incorpore y camine hasta el, arrodillandome a su lado con mis ojos clavados en los suyos.

-¿es tarde para que me enseñes algo mas de este mundo?-dije con una sonrisa infantil

Miré hacia el exterior de la cueva hasta que el lobo se dirigió a ella. Volteé la mirada hacia Kurai escuchando esas palabras -Oh si...claro que ha cuidado de ti...te llevo a ese hermoso campo de flores rojas..- musité con ironia -Pero su dueño esta de suerte, no tengo ganas de pelear...se esfumaron todas..- comenté bastante indignado.

Kuria se acercó a mí mirandome con esos ojos suplicantes, como los de un gato que quiere mimos -Vale vale, esta bien...- dije poniendo una mano sobre su cabeza -Iremos a jugar... los humanos se divierten mucho jugando en un lugar que ví de pasada...quiero saber a que viene tanta diversión- comenté con malicia.

Le mire de reojo cuando dijo lo del campo de flores rojas...la verdad es que era un sitio bonito pero me había traído muy malos recuerdos....mejor no sacar el tema.

-¿un sitio divertido?-pregunte curiosa-tengo ganas de jugar y de divertirme, si vallamos a un sitio divertido-conteste feliz y de manera inocente, ignorando el tono de malicia de mi acompañante, además si hacia alguna trastada en mi presencia sabia a que se atenía, no por ser una santa ostentaba el cargo de Líder de los Viles-vamos Said-entrelace mis dedos con los de su mano y me incorpore haciendole entender que queria ir ya.

Ella me cogió de la mano, la atraje hacia amí y la abrazé -Agarrate, será un viaje movidito- murmuré con una sonrisa ladina. Una corriente de aire nos elevó por los aires y nos condujo con violencia hacia el lugar.

El centro comercial se hallaba bastante lejos de aquí en la ciudad nocturna, en donde el alcohol y la música eran indispensables.

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https://angelsanddemons.foroes.org/zona-comercial-f38/donde-esta-la-diana-t228.htm#6796