Estaba mimoseando con Oni cuando oi la pregunta de Lisbeth y le mire con conplicidad, sabiendo ambos quienes habiamos sido.
-No te preocupes, mujer, los del pueblo siempre estan revolicados. Lo mejor es que empecemos a descansar que a partir de mañana es el gran dia.
Me acoste en un lado y le hice un gesto a Oni para que viniera conmigo.