Me siento tan sola...... -LIBRE-

Todos los que me rodeaban habian desaparecido, ya nadie pronunciaba mi nombre de forma dulce, era como si la oscuridad se hubiera trgado todo lo que me importaba, un dia tenia familia, amigos y alguien a quien amar y al sigueinte...al siguiente me habia despertado chillando en la cama y "ellos" me decian que todo aquello, que aquella felicidad solo habian sido sueños, mentiras e ilusiones en mi cabeza..... ¿realmente nunca existio Gillthanas? ¿realmente mis hermanos estan tan atareados en sus trabajos que nunca jamas jugaron conmigo de pequeña ni ahora?..... todo habia parecido tan real y resulto que nada era cierto, bueno si, ellos eran ciertos y mi trabajo tan terrible tambien.....

Hoy habia bajado a la insula, por que queria paz y tranquilidad, queria perderme en los recuerdos de aquel sueño que solo fue eso y nada mas, y con mis pensamientos habia acabado all, en el cementerio, rodeada de tumbas y la oscuridad completa de una noche sin luna, en momentos asi en el interior de mi sueño habria llamado a aquel jugantesco lobo de ojos ambarinos, Oscuridad... le habria abrazado y no me habria importado nada mas que el calor de su cuerpo junto al mio, pero aqui, aqui no existia oscuridad, en la realidad nunca existio un lovo al que crie desde bebe y que me brindaba un afecto insustituible....

Finalmente derrotada por todo esto me acerque a la jigantesca efigie de marmol de un angel y tras sentarme a sus pies comence a llorar cobijada en unas alas estaticas que no me brindaban ningun consuelo, y mi llanto con la sensacion de aquella soledad y de la añoranza de mis sueños se bolvio cada vez mas desgarrado mientras lo unico que podia pensar y pronunciar entrecortadamente por el llanto era

-Me siento tan sola....

- Bueno, bueno, bueno, ¿Y esto, que es?

Salí de detrás de la estatua con mi típica estrategia de “aparezco donde me da la gana” tan clásica en mi que ya ni enemigos ni aliados se veían perturbados por ellas, era como si algo en su interior hubiera sido programado para pensar “en cualquier momento puede aparecer Xellos, ¿Para que asustarse?”

- ¿Por qué estas triste damisela? – Le dije bajando de la pequeño pedestal en el que se encontraba la estatua para ponerme cerca suya, pero guardando las distancias pues de seguro ella tenia bien claro que clase de criatura era yo, al igual que yo sabia no solo que criatura era, si no exactamente quien se trataba. – No soporto ver a las preciosas damiselas tristes, ¿Puedo hacer algo por ayudarte?

Vale, cualquiera en su sano juicio pensaría que no era mas que otro monstruo del infierno intentando corromper a otra alma pura, pero para ser sinceros, los ángeles de puros tenían poco, tan poco como los demonios y para rematar la faena, esta chica… bueno, esta chica era un tanto especial. Así que simplemente estaba ahí por pura benevolencia desinteresada y por que me pillaba de paso.

Derrepente una voz casi como si estubiera soltando una cancioncilla sono a mi espalda dandome verdaderas ganas de contestar a su pregunta con una linda frase en plan "oues un angel so capuyo", pero lo deje estar y simplemente le mire con el ceño fruncido mientras me restregaba las lagrimas tratando de eliminarlas de mis ojos y mejillas.

Cuando bajo del pedestal y se pusi frente de mi le examine, era un Vil, pero no un vil cualquiera, apetaba acapa baja del infierno como aquel que dice asi que seguramente seria un Diablo, uno de aquellos que supuestamente mantenian el equilibrio en el infierno, eso si, respetando las ordenes del imbecil de Lucifer...aquel pensamiento me hizo llebarme las manos a la cabeza, le recordaba, recordaba ahaber conocido a Lucifer y que era hasta simpatico aun que no me fiaba de el y acabe a golpes con el, combirtiendome en Siel, pero no, aquello tambien formaba parte del sueño, de la irrealidad que se habia obrado en mi mente durante todo aquel tiempo que dormi, aquel Lucifer tampoco existia.....

-nada que a alguien como tu le deba de importar-dije alzandome y reajustandome la capa alrededor de las alas bicolor, para evitar asi que se mostraran minimamente, no es que no pudiera simplemnte ocultarlas, es que no me gustaba hacerlo y punto- y no, no puedes hacer nada, es mas si necesitara ayuda no se la pediria alguien de tu calaña-ellos me habian dicho que debia odiar a las razas demoniacas, que siempre habia sido asi y siempre debia seguir siendo, solo eran criaturas malvadas que querian hacer daño a los angeles, puros, inocentes y bien intencionados

Me senté al lado de ella, suspirando profundamente ante sus duras palabras. Esa superioridad por su parte, esa crueldad… de verdad podían llegar a dolerme en lo mas profundo de mi corazoncito… ella no era como la princesa Kurai, ella no lo decía de broma.

- Oye… - Dije con tono apesadumbrado. – Que yo solo intentaba ser agradable y animarte un poco, no era necesario que fueras cruel conmigo.

Me percate a la perfección de algunos de sus pensamientos, no por que estuviera espiando su mente, yo no era así, si no por que pensaba palabras muy claritas y que hacían que inconscientemente se me despertara el instinto. Pensaba en mi señor, y pensaba en aquél encuentro con él.

- ¿Sabes Azrael, nuevo ángel elemental del agua? - Dije siendo consciente de que no se había presentado. – No todo fue un sueño… la pelea con mi jefe fue cierta…

No era tan malo, no pensaba decirle que todo, absolutamente todo lo que había vivido era real pues evidentemente si a ella le había resultado tan fácil olvidar, es por que en el fondo quería olvidar.

Aquel asqueroso infernal se sento a mi lado, lo que proboco que yo me lebantara automaticamnte para aprtarme de el, cuanto mas lejos estubiera del enemigo mejor para mi salud, mi integridad y para evitar posibles intentos de corripcion hacia mi y mi alma.

- ¿Que esperabas? soy un Angel, no voy a tener gentilezas con el enemigo-dije con cara de mal genio e incomprension hacia las palabras de aquel Diablo-evidentemente los de tu especie no son de fiar, asi que....

deje las palabras en el aire supobniendo que si era diablo tendria la suficiente inteligencia como para comprender lo que queria decir con aquella frase incompleta, la vverdad es que no las tenia todas conmigo con aquel tio, al fin y al cabo sabia que los de su rango eran realmente fuertes, incluso es posiblo que en el caso de tenerme que enfrentar a el tubiera que tomar la otra forma...... seria complicado, si hacia eso tendria que matarle para que la informacion no llegara mas lejos.....

Derrepente me hablo llamandome por mi nombre y rago, haciendome ponerme a la defensiba en los intantes que tardo en llegar su siguiente frase, una en la que me decia que aquello, lo de Lucifer, no habia sidio un sueño.... pero aquello no era verdad "ellos" me habian dicho que fue parte del sueño, yo nunca habioa visto a Lucifer, es mas practicamnte nunca habia bajado a la tierra para nada pues tenia demasiado trabajo ahi arriba, ¡¡un momento¡¡ como sabia el aquello, tal vez, tal vez habia leido mi mente, ese seria el unico sentido de aquello, pero entonces....entonces podria haber escuchado otras cosas, cosas que un infernal no debia saber.... me quede paralizada, paralizada mientras intentaba cerrar mi mente, por que algo me decia que yo podia hacer aquello, o tal vez tambien era cosa del sueño....ya no diferenciaba lo real de lo que no lo era, no lo habia hecho desde que desperte-¡¡callate¡¡ deja de intentar confundirme, eso no ocurrio nunca, tu te has metido en mi cabeza y has visto eso, pero no ocurrio, solo fue una alicinacion-dije practicamnte desesperada

- Si claro, yo intentando corromperte… como si un hombre de… - Me quede un momento pensativo. - … un porrón de años no tuviera nada mejor que hacer.

En ese momento me aburrí de la situación, ¿Por qué no adoptar una forma que a las niñas les solía gustar más? Así que con solo pensarlo mi cuerpo se convirtió en el de una gran pantera negra, una mas grande de lo que en realidad lo seria una pantera autentica, y con mis característicos ojos violetas.

- A las niñas os gustan los gatos ¿No? – Dije moviendo la cola como si en vez de un gato fuera un perro. – A mi hija le encantaban cuando era pequeña, bueno, y a la princesa Kurai también le encantan. – Maullé un momento antes de continuar. – No voy a intentar corromperte, palabra. – Remate alzando la pata gatuna en señal de promesa.

Bueno, lo cierto es que un santo no era, pero yo jamás había corrompido a nadie, por favor, era un vil no un repugnante demonio que necesita de las almas humanas para sobrevivir, yo pactaba con ellos y cuando finalmente se unían a mi, los trataba como a reyes, cumpliendo sus deseos incluso después de que yo ya hubiera obtenido lo que quería.

Puse los ojos en blanco cuando escuche su argumento, como si a mi me importara lo mas minimo la edad que tubiera, por favor, cuanto mas viejo era un infernal, demas de tiempo habia vivido, al fin y al cabo estaban todos mejor muertos, asi no hacian maldades, jum

Me quede mirando al diablo que comenzo a hacer cosas estrañas, para cuando quise darme cuanta una inmensa, gigantesca y monstruosa pantera de ojos violeta estaba ante mi, fu eutomatico, solte un grito una palabrota y una que pedazo de bicho antes de subirme al lugar mas alto a mi alcance, el regazo del angel de piedra

-no te creo y...y.. y no me gustan los gatos-dije medio escondida en mi refugio alto-y menos si son formas de infernales, me parece asqueroso que tomes la forma de un inocente animalillo para tus juegos, eres horrible Xellos-me quede callada derrepente, por que aquel nombre que habia pronunciado me era demas de conocido, pero lo pero es que lo habia spoltado asi, de golpe, como si lo supiera desde hacia tiempo, busque en mi enciclopedia mental hasta que encontre la procedencia de aquel nombre, entonces le mire de arriba abajo, obserbando aquella forma- ¡¡aiba¡¡

Comencé a dar saltos de alegría por el suelo y casi a restregarme por el como lo haria un gato al darme cuenta de que la señorita había recordado mi nombre. Perfecto, ahora sabría que si hubiera querido hacerle algo ya lo habría hecho y por tanto no tenia por que temer a que se lo hiciera ahora.

- Ves, ahora que me recuerdas, sabes que no soy tan malo… - Le dije a ella pero sin usar la boca. – Después de todo fui capaz hasta de enamorarme, como dicen vuestras leyendas, aunque creo que eso en tu mundo también es pecado, pues solo se debería amar adiós, pero claro, a mi no me creo él, así que puedo amar a otras criaturas.

Entonces, cuando ya pensaba que todo podría comenzar a marchar bien, y que tardaría poco en enterarme de los últimos cotilleos celestiales, sentí una presencia que provoco que me quedara un momento pensativo. Jopetas, si la chica pensaba que eso era cosa mía no tendría oportunidad de ganarme su confianza.

- Joder. – No pude evitar soltar esa palabrota mientras me daba la vuelta mirando hacia el horizonte. – Se que no confías en mi, pero en tus condiciones actuales no creo que puedas hacer nada, si te estas calladita lo soluciono en un momento.

Finalmente y como yo ya llevaba esperándome unos minutos, dos demonios de una considerable fuerza aparecieron por el lugar por el que estaba yo mirando. Evidentemente se habían visto atraídos por la presencia del ángel pues la mía no la habían ni sentido.

- Mmmm, un gato grande y un angelito, ¿Y si cenamos? – Le dijo el uno al otro.

Aquel....bichejo comenzo a restregarse por el suelo y a dar satos como si estubiera contento por que le hiubiera reconocido, yo por mi parte seguia ahi arriba, platenadome desaparecer en cualquier momento mientras el me decia que ya que sabia quien era debia saber tambien que no me haria daño y que no era tan malo, para colmo me recordo el delito que habia hecho cometer a un angel ahora condenado a la muerte mas horrible si se le ocurria dar señales de vida, si lo sabria yo que habia rebisado la condena y refirmando por enesimavez en aquella decada.... era inperecedera totalmete.

-Eso es por que la corrompiste y ahora si aparece la mataran, eres malo como todos lo de tu especie, a mi no me cuentes historias-dije hinchando los mofletes, pero entonces note aquella sensacion extraña opresiba y asfixiante de amenaza, y cuando le mire desconfiuada pude darme cuanta que no rpobenia de el pues estaba estatico mirando hacia otro lado y solo se giro para recordarme que no confiaba en el y decirme que como no estaba en total forma me quedara calladita y quieta que el lo arreglaria, entonces aparecieron dos infernales, olfatee el aire como si fuera un perro y aquello tambien me trajo un amargo recuerdo que no pude identificar, pero que a la vez era hasta dulce....-no necesito que me protejas-dije bajando de la estaua y poniendome a su lado, soy un angel elemental, y me las se apañar solita gato-le mire de reojo y despues clabe mis ojos azul zafiro en los infenrales-las apariencias engañan escoria-dije con una sonrrisa cruel haciendo aparecer la espada de agua en mi mano- yo no subestimaria a un gato y un angel...os puede ir muy mal

Valla por dios, sabia que no se iba a mantener callada, pero en realidad si lo hubiera hecho me habría decepcionado muchísimo. Por desgracia, esos demonios eran de nivel superior y a pesar de que ella era un ángel elemental del agua, podía notar claramente como sus propios poderes estaban disminuidos ligeramente. De hecho, a pesar de ellos, de sus capacidades como líder sustituto y de ciertas protecciones que nos son ocasión de mentar, estaba seguro de que si la dejaba lo pasaría mal para vencerlos.

- ¿Por qué los niños no mantienen silencio ni aun cuando se les pide con educación? De verdad, después de haber tenido tantos hijos debería habérmelo esperado.

- ¿Un ángel elemental? – Dijo el mismo de antes, que a pesar de que le extrañaba ver a una pantera parlante, no me hizo el menos caso. – ¡Nos a tocado el premio gordo!

- Este ángel esta bajo mi protección.

En ese momento abandone mi forma gatuna y adopte mi forma vil clásica, la de siempre, pero sin mostrar las alas por supuesto. Junto a mi retransformación, deje que un 1% de mi poder, aproximadamente, se dejara notar. Por supuesto en ese mismo instante los dos demonios recavilaron la situación y se echaron unos pocos pasos hacia atrás impresionados por el poder.

- ¿Xellos el traidor? No puedes proteger a un ángel, tú mantienes el equilibrio en el infierno, no puedes interponerte en las guerras contra los ángeles.

- Por algo soy un traidor, ¿No crees? Ahora contare asta cinco, y si no os habéis largado, tendréis problemas. Cinco…

- Pero, ¡No tienes derecho!

- Cuatro…

- ¿Eres un monstruo?

- Tres…

- Pero… pero…

- ¡Bah! Ya me canse, dos… uno…

Sin dar mas posibilidad a replica chasque mis dedos con la mano derecha y ambos demonios desaparecieron en la nada. Valla, ni siquiera había sudado. Después mire a la chica y le sonreí.

- Aunque se que preferirías que hubieran muerto, por tu propia espada, ¿Qué clase de monstruo te habría demostrado ser si los hubiera matado o hubiera dejado que los mataras? ¿A lo de mi propia “calaña? – Mire nuevamente al horizonte, ahora limpio de presencias justo antes de continuar. – Los envié a su lugar de origen, al cuarto infierno, aunque me hago mayor y quien sabe, puede que allá errado los cálculos y los allá enviado al séptimo, donde no sobrevivirían ni cinco segundos… irónico, los cinco segundos que les di para que se marcharan.

El bichejo me hecho la bronca diciendome que me tendria que haber mantenido quietecita y obedeciendo, aun que se lo dijo mas a si mismo que a mi, de todas formas lo ignore, dispuesta a defenestrar a aquellos demonios, serian un buen ejercico, antes de regresar a casa, sip, seria dibertido, pero el no me lo permitio,regreso a su forma vil y dejo mostrar una infima parte de su poder que proboco que aquellos ifernales recularan y le reconocieran ipsofacto y despues de hecharles un ultimatum de 5 segundos que no ciumplio los hizo desaparecer y me alego que aun que seguro que yo me los habria querido cargar el no estaria bien visto si me hubiera permitido que matara a los de su calaña, ademas que los habia mandado a siu lugar de origen aun que podria haber errado calculos y que ahora estubieran en aquella aprte del infierno en la que durarian menos que el ultimatum que el les habia dado.

-Aburrido-dije molesta-ademas de vago, no has enseñado ni el canto de la uña de tu poder, con esa cantidad te sacudo hasta yo baja de forma-suspire y me gire para aporatarme de el que ya habia pasado demasiado tiempo cerca del enemigo como para prolongarlo-ademas si los hubieras mato habrias ganado hasta algun punto, al fin y al cabo todos los tullos deberian desaparecer de la faz de la tierra-le mire de reojo y regrese al angel para sentarme alli pero sin esconderme, simplemente por el gusto de eswtar alta y poder obserbarle desde alli- ¿que es lo que buscas Xellos? ¿que quieres de mi? -negue con la cabeza-no hay nada que pueda darte por que nada es mio y nada tengo-mire al cielo-asi que ¿a que biene ese interes en un angel como yo?

- No me estreses. – Respondí a la chica con un aire burlesco en la voz. – En el ultimo armagedon no llegue a utilizar ni un 15% de mi poder, a ellos los podría haber fulminado con una cucharilla de café humana, pero… ¿Para que esforzarme? Además, algo era cierto, yo mantengo el equilibrio en el infierno, aunque quisiera protegerte, no podía matarlos y poner en riesgo ese equilibrio.

Después me senté en el mismo sitio que me había sentado antes, cuando ella estaba debajo, pero claro, esta vez no estaba junto a ella pues se había sentado en su “trono angelical” En esa posición le daba la espalda, pero no me importaba, seguro que asta ella se sentiría mas cómoda.

- No tienes nada que yo pueda querer. – Dije pasando por alto todos los improperios que me había lanzado. – Yo tengo mi propia familia, al igual que tu. Mi mujer y mis hijos me hacen feliz. – Me puse un poco serio. – No necesito nada más. – Me quede un momento en silencio para después continuar. – Pero si que es cierto que me apetece decirte una cosa. Siel Era un maldito bastando, y lo sigue siendo, pero antes tenía sentimientos y sufría por lo que se veía obligado a hacer, ahora casi parece que disfruta con ello. – En ese comentario no dije nada, pero lo dije todo de golpe. – Había esperanza para todas las razas antes, pero ahora…

¿que se suponia que significaba aquel tono burlesco diciendome que no le estresara? y encima luegi se hacia el chulo con el temmita del ultimo armaguedon, alegando que el no habia usando mas que el 15% de su poder, por que podria haber esxtermiando a aquellos demonios con una cucharilla de cafe...no se lo teina creido ni nada.......

-Que si que si, equilibrio en el infierno-dije con cara de asco-el equilibrio perfecto es todos muertos-bufe malmirando al diablo, al fin y al cabo esa era la opinion que debia defender un angel y con ella me debia enfrentar a un ifernal...era lo sullo.

Me quede mirando como Xellos se sentaba alos pies del angel de piedra dandome la espalda y dejandome en una posicion superior a el cosa que me dio cierta seguridad, aun que desde alli tambien podria atacarme y aun que eso no lo hizo si que me toco la moral con el tema de Siel, diciendomelo descaradamente, como si supiera que yo era el y quisiera hecharme la bronca....bastardo

-A Siel no le gusta su trabajo, no le ha gustado nunca y no le gustara jamas-dije con simpleza-al fin y al cabo es un angel, pero tienenq ue cumplic con su deber por muy cruel que pueda llegar a ser este, no deberias ablar de lo que no entiendes

- Claro, seguro que tu dios es una maravillosa persona y esta totalmente de acuerdo que sus hijos se maten entre ellos por tener sentimientos tan puros como el amor. Por supuesto ¿Cómo voy a saber yo, que e vivido la historia desde que Dios y Lucifer se enrabietaron, en comparación contigo, que ni siquiera sabes lo que es una batalla de verdad? Por supuesto, tu conocimiento es mayor.

Utilice un tono excesivamente irónico, pues aunque no me caía bien ese tal dios, no me podía imaginar creando reglas tan absurdas y destructivas para si mismo y sus hijitos. Sin duda algo muy chungo había detrás de todo eso y pondría la mano en el fuego asegurando que no es ese egocentrista al que tanto ama Azrael.

Su forma de ver las cosas no era en absoluto la de un infernal, generalmente cualquiera de estas criaturas del averno pensaria que mi dios era un maldito hijo de perra, pero el no, el pensaba, o almenos me daba a entender que pensaba que Siel o algun angel superior era el responsable de nuestras normas...y con ello, era el primer infernal equibocado de la historia.

Si, realmente habia un gobierno en las sombras, un gobierno que se dedicaba a asesinar a angeles puros e inocentes alegando que habian cometido delitos que realmente eran inexistentes con el unico pretexto de mantener el control del cielo mientras Dios y los angeles superiores estaban durmiendo para el proximo armaguedon, lo malo, funcionaba hasta nibeles que no podian ser imaginables, por eso Siel cumplia y firmaba las sentencias de muerte, por que funcionaba, joder que si funcionaba....

De todas formas aquellas leyes si habian sido formuladas por Dios, al menos las principales de las que deribaban todas las demas

-Amar a Dios unica y exclusibamente, sobre todo lo existente y nunca cuestionarse lo que hace ( no puedes enamorarte, ni tener hijos sin permiso y sobre todo, no puedes cuastionar a Dios)
-Obedecer a tus superiores sobre todas las cosas ( A mi me obedecen todos los angeles y yo a los ancianso, a los antiguos y a Dios)
-Y tener una conducata correcta y respetable (lo que benia significando que si eras un desviado, un deprabado o tenias malos pensamientos, vivo no durarias mucho)

-Yo no lucho por que no me dejan-dije abrazando mis rodillas y mirandole de soslayo-si por mi fuera.... -negue con la cabeza-no tengo la cualpa de que cada vez que hay una batalla me encierren para evitar que trate de luchar con mis hermanos...ni tansiquiera yo lo comprendo- me frustraba, realmente me frustraba que no me dejran luchar y que aun asi mi entrenamiento militar hubiera sido mas estricto que el de los demas angeles, pero no, cuando pasaba algo me encerraban en un celda especial para mi, donde no habia agua siquiera para que yo pudiera cotrolarla y escapar

- Si no te dejan luchar es por que eres una niña, o por que no interesa que muestres tu poder ante los demás. – Dije sin darle demasiada importancia. – Y en cuanto las normas… Bueno, unas normas pueden ser mal interpretadas. Amar solo a “Dios”, es una cosa, que por no hacerlo seas condenado a muerte, es otra. En ningún momento dije que tu dios fuera un santo. – Irónica expresión. – Solo que no me imaginaba como mataba a los de su clase, debilitando su fuerza e influencia en el cielo y así dejándolo servido en bandeja para el infierno. Pues… - Puse cara pilla. - ¿Quién crees que ganara el siguiente Armaguedon si se siguen matando ángeles de esa manera?... Natalidad controlada, mortalidad elevada… Hasta yo respeto la vida de algunos traidores sabiendo que perdonando su pequeño desliz, se convertirán en grandes devotos de la causa.

(Les molesta si me sumo? Cualquier cosa ignoren este post y luego lo elimino, no hay problema n_n)

Mi figura menuda, medio oculta en las sombras, dejó caer suavemente el ramillete de flores silvestres que cada noche llevaba en recuerdo de mi precioso hijo, el único y verdadero amor que había tenido en toda mi vida. El único que había sido puro, incondicional, eterno. Y así sería hasta el día de mi muerte y más allá.
Estaba algo lejos de la enorme estatua de un ángel que tenía tallado en su rostro el rictus doloroso del que se sabe perdido, pero aún así escuchaba las voces de dos seres que allí conversaban... más bien discutían. El tono airado de las protestas que se lanzaban el uno al otro no dejaba lugar a dudas. No les había prestado atención en principio, pues casi siempre me tocaba compartir el lugar, pero me compenetraba tanto en mi tarea de rendir homenaje a mi amado niño que nunca hacía caso. Simplemente ignoraba y me esforzaba por esconder mi poder para pasar por una simple humana. Inmensamente bella y extraña, pero nada que en la oscuridad llamara la atención. Sin embargo esta vez había sido distinto, pues una voz me resultó conocida. Tanto que me parecía haberla escuchado por ultima vez ayer mismo, y no hace años. me sentí atraída por ella de inmediato, como si fuera el único haz de luz en una noche cerrada.
-No está bien hablar de cosas tan desagradables en la última morada de los que ya no están en este mundo, no les parece? Las almas de los muertos merecen respeto y sosiego...
Mi voz sonaba tranquila, un arrullo del viento otoñal, pues el frío que despedía mi cuerpo y mi alma no demoró en hacerse sentir, sin embargo, a pesar de la delicadeza de mis formas, el reproche era evidente.
-Mis saludos... -una pequeña inclinación de mi cabeza, apenas perceptible, fué el sencillo saludo que dispense al infernal desconocido para mí que allí se encontraba, pues mi atención se centró de inmediato en el ángel femenino de celestes ojos. Su rostro era el mismo que recordaba, lleno de una luz cálida y reconfortante, pero se hallaba oscurecido. Su expresión tenía poco de la candidez que yo había conocido, y algo, una mera corazonada, me dijo que era mejor no decir nada.
-Buenas noches... -fué lo único que se me ocurrió decir al tiempo que mis ojos azabache se clavaban en los suyos.

Xellos siguio replicandome, hechandome en cara cosas como si realmente supiera todo lo que alguien como el no debia conocer ni de mi ni de mi mundo, era realmente molesto, no me gustaba sentirme bulnerable ante un infernal, me traia una sensacion amarga y molesta que ra basicamente incapaz de comprender por que no se basaba en un sentimiento de rechazo y odio total..... definitibamente el sueño habai hecho mucha meya en mi y ahora me mobia a base de sentimientos basados en el, eso estaba mal, tenia que recuperar mi antiguo yo por el bien de mi mundo, recordar que los infernales son merecedories de odio y lastima y que nunca, nunca jamas fui amiga ni simpatizante de ninguno de ellos

-El gobierno sabra por que actua de esa manera-dije friamente-si los angeles no se comportan como deben saben a que penas se atiene al ser capturados, es simple, no incumplir la ley y obedecer...todos podemos hacerlo si queremos-me encogi de hombros-cuando todos los angeles lo comprendan la natalidad sera mayor que la mortalidad y solo habran gerreros fieles a la causa de Dios, asi no nos vencera nadie en ninguna guerra.

Note una presencia oscura acercandose a nosostros y pronto el olor inequiboco de infernal llego a mi, perfecto ahora eran dos y yo solo una....esto se estaba complicando por momentos y yoi no queria tener que pelear, no hoy, no me sentia lo suficientemente lucida todabia para ello...


La presencia se fue acercando y de nuevo aquella sensacion desagradable de reconocimiento que no deberia de existir me asalto, entonces escuche su voy y la vi, era una hermosisima mujer de piel palida y bellos y tristes ojos, y por alguna razon algo dentro de mi se remobio con un fuerte latigazo y me vi dibagando dentro de mi sueño, buscando a aquella criatura que yo no debria conocer, pero antes de hayarla cerre los ojos con fuerza y aparte aquellos pensamientos de mi

- ¿por que me miras asi infernal? -dije con tono frio y cortante- ¿acaso estas palaneando hacerme algo? por que si es asi no sobreviviras para contarlo-sonaba fria, sonaba cruel y rematadamente agresiba, pero es que no me gustaba la idea de que aquella mirada me resultara conocida y agradable, pues yo no conocia a aquella criatura, como supuestamente no conocia a ningun infernal pues habia estado toda mi vida encerrada en el cielo

-Siento que mis ojos sean incómodos para tí. No es mi intención causar mal alguno, menos a alguien que no me ha hecho nada... -murmuré al escuchar su voz siseante, respondiendo a su amenaza.
Que le había ocurrido? Quién le había arrebatado la inocencia, la dulzura? Donde estaba la bondad que yo recordaba en ella? Claro que al principio desconfiaba de mí, pero una vez que pasamos más tiempo en compañía de la otra descubrimos que las razones de la enemistad no eran tan exactas, y no volví a ver una mirada desagradable otra vez. Pero ahora era más que rechazo, era odio lo que había en sus ojos. En mi interior, maldije al infeliz que hizo de ella el ser temeroso y hostil que me encontraba ahora, cuando yo había conocido, había sido amiga fiel de un ángel extraño, sin duda lo era, por que era capaz de cuestionar y desobedecer las reglas de su raza y sin causarle daño a nadie, sólo por brindar lo mejor de sí.
Esbocé una ligera sonrisa, un adorno de cordialidad fingida que ocultaba mi horror y mi tristeza.
-No ha de ganar nada peleando el que lo perdió todo por la violencia de sus semejantes...
Hice un gesto que abarcaba el pequeño rincón oscuro y frío del que había llegado, y con una mueca que intentaba ser una sonrisita débil y la mirada llena de tristeza, señalé la pequeña tumba apartada que consituía mi santuario personal.
-Quizás no veas el nombre, pero allí se encuentra un ser muy querido para mí. Tuve que decirle adiós por culpa de mis propios camaradas infernales. Sólo a ellos les he atacado, por lo demás, las peleas me parecen una pérdida de tiempo y energía. No pretendo que confies en mis palabras por que por lo visto pensarás que miento, pero eso no me importa. No tengo ánimos para contaminar la última morada de esa persona con una pelea.
No, y aunque Azrael me atacara, sería incapaz de hacerle daño alguno, prefería irme y arriesgarme a no verla jamás. Pero por el momento no quería irme sin figurarme el por qué de la situación. Mis ojos se desviaron al infernal de cabellos grises, mirandolo con curiosidad.
-Ahora si tu quieres pleito es otra cosa. Y por lo visto serás la única... No veo aquí a nadie que tenga ganas de hacer escándalo.

- ¿Cuántas veces e de repetir hoy que este ángel esta bajo mi…? – Comencé a hablar sin ni siquiera darme la vuelta, pero me calle al ser consciente de que la infernal que se acercaba podría ayudar a la pobre memoria de nuestra querida ángel. – Oh, bien, si eres tu puedes acercarte…

Susurre todas esas palabras antes de que aquella infernal terminase de llegar y después deje que las palabras y los actos se cruzaran entre ellas sin interferir. Si lo que creía era cierto, esas dos chicas ya se conocían, y eso podía ser beneficioso para que nuestra Azrael recuperara la cordura, nada podríamos hacer hasta que eso ocurriera.

- No se lo tengas en cuenta Yukionna. – Dije haciéndome a un lado y dejando que se me viera en el rostro una picara sonrisa. – Han jugado con su mente, cree que todo fue un sueño.

Bien mirado, lo que acababa de decir seria un sablazo para la mente de Azrael, la cual intentaba mantenerse al margen de mi poder y no lo lograba. En todo momento se preguntaba por que lo sabía todo, pero no veía que me lo decía ella misma.

- Supongo que debo presentarme, soy Xellos él… supongo que explicar mi rango es un poco difícil, ¿Verdad? – Bromee sonriendo a Azrael. – Dejémoslo en “Él traidor”. Mucho gusto.

Escuche de manera aburrida a la infernal mientras me habalaba y hablaba de cosas que no me interesaban y solo la mire cuando nombro la perdida de un ser querido que estaria enterrado alli, durante unos segundos deje que mis ojos volaran hasta la lapida una lapida pequeña, de un bebe de poco tiempo, tetrica y triste como todas las demas que la rodeaban y que habia sido asesinado, segun decia ella misma por los de su especia...esto no hacia mas que aumentar mi odio por aquellas especies despreciables que no sabian mas que dañar al resto de las criaturas aun que estas estubieran en su mismo bando.

-No quiero pelear contigo-dije molesta con ella-mientras no intentes nada raro no tengo razones para atacarte....no seria correcto montarme una sangria en un cementerio, bastantes muertos hay aqui ya-arrugue la nariz y mire a Xellos que hablaba de nuevo llamando por su nombre a la infernal aun que no recordaba que esta se hubiera presentado...aun asi aquel nombre me era familiar....y entonces mientras pensaba en esto otra estocada a mi alama producida por las palabras de Xellos, tenia que cerrar mi mente y mi alama, tenia que hacerlo realmente bien para que el dejara de meterse en mi cabeza y urgar en mi sueño, sacando cosas para confundirme, tenia que esforzarme, concentrarme en lo que los ancianos me habian dicho, al fin y al cabo ellos solo querian lo mejor para mi mundo, por lo que no tenian razones para mentirme.

-El es el general de los diablos que traiciono a su bando y corrompio el alma de un angel para que abandonara su mindo-bufe muy muy molesta-el es el padre de los dos primeros angeles caidos Anna y Arcel, lideres de Caidanyi-puse los ojos en blanco

Solté una risita falsa al escuchar como me llamaba por mi nombre de fantasía, el título que me habían puesto los hombres en mis antiguas correrías invernales. Pero en mi interior estaba desesperada y furiosa. A nosotros nos juzgaban, y sin embargo no tenían escrúpulos al manosear a su antojo los recuerdos de Azrael! Si así son las cosas en el cielo, vivan los infernales y su honestidad a la hora de ser malvados. Por lo menos de ellos te puedes esperar una puñalada por la espalda.
-Yukionna? Hace siglos que no me dicen así...
Escuché como el infernal se presentaba, y el escuchar su nombre explicó muchísimas cosas, sobre todo por que Azrael no le había echado a patadas. Muy probablemente el no tenía ganas de pelear y ella no quería ponerse a la tarea de empezar una lucha sin duda difícil. Ahora entendía bien la satisfacción que él llevaba en la cara y la hostilidad en la de ella.
-Ah... ya veo. Tu nombre es conocido en todo el infierno, pero dejemos las etiquetas a un lado. La verdad "traidor" suena demasiado despectivo y no me gusta. Como de oídas ya sabemos más o menos quién es el otro, hagamos de cuenta que somos viejos conocidos que se vuelven a encontrar. Mi nombre es Miyuki, pero puedes decirme Yuki...
Al decir la ultima palabra miré a Azrael, esperando que recordara la forma cariñosa por la que me llamaba cuando bajaba a la tierra sin permiso, a visitar mi casa en el bosque, y a mi Genji. No iba a perdonar jamás que jugaran con sus recuerdos, con la felicidad que había sido toda suya y ahora se la arrebataban tornándosela amarga.

Sonreí y asentí con la cabeza ante la petición de la blanca dama de tratarnos como conocidos, dando a entender con ese gesto que estaba de acuerdo con sus palabras. Lo siguiente que hice fue sentarme suavemente en una lapida cercana, cruzando las piernas y tomándome con tranquilidad la situación, como si de una reunión de amigos se tratase.

- No soy el general de nadie, solo soy padre. – Replique a la chica. – Y no corrompí a ningún ángel, ya te dije que fue amor… - Sonreí. – Dios mió, comenzamos a repetirnos, ¿Es que no quiere enterarse esta chica? – Me puse la mano en la cabeza como agotado, para después sonreír y mirar a Miyuki.

Estuve un momento pensativo, cavilando como aprovechar la situación pues al fin y al cabo la señorita Azrael tenia que recordar todo lo que había hecho en el pasado, era necesario, pues si llegado el fin de los días ella no recordaba, poca esperanza quedaría para su raza. Entonces me fije en Miyuki, era perfecta, los pensamientos de Azrael sobre ella eran claros pues aunque para su mente solo fuera un sueño, sin duda la dama de las nieves era alguien especial para la pequeña angelito y ¿Quién era yo para desaprovechar tal oferta?

- Tengo una pregunta hermosa dama… - Le dije a Yuki. – Esta claro que tus intenciones son pacificas, pero a pesar de ello has venido rauda al encuentro de esta reunión, si bien nosotros ya somos viejos conocidos, solo lo somos de oídas, así que aquí, hay algo que te interesa… por tanto me pregunto ¿Puede que ese enteres sea que ya conoces a la pequeña Azrael? – Dije con una sonrisa inteligente. – Tal vez tu seas capaz de hacerle ver la cortina del engaño…

Dentro de lo que cabe era divertido jugar a esto, por supuesto, sin malicia. Pero ver a un ángel intentando combatir con la realidad, la cual le dice que lo que considera bueno no lo es y lo malo le intenta liberar, se me antoja irresistible, tanto como un buen duelo en el coliseo real…

(Comentarios de user: Creo que esa ultima frase fue una puñalada trapera a Kurai… XD)

(Kurai: me cawen toda la estirpe real de la 2º dinastia Xellos, eres un asqueroso expricipe de los viles GRRRR)

Los infernales se pusieron a hablar entre ellos, presentandose, diciendose como tenian que tratarse mientras yo seguia sobre mi angel de piedra como si este fuera un escudo ante cualquier daño, pero claro estaba, el no era una proteccion y yo me encontraba ante dos infernales que podian y debian ser peligrosos pues se trataban con demasiada cortesia para tener rangos muy distintos el uno del otro, aun que tal vez xellos trataba a si a todo el mundo y ellla no parecia ser agresiba...¡¡NO¡¡ tengo que centrarme, son infernales, son malos y destructivos, son merecedores de la muerte.....y entonces escuche el nombre de la chica y su diminutibo, solte un gelidito, me llebe las manos a la cabeza y cerre los ojos con fuerza mientras luchaba contra el sueño otra vez, no podia ser, debia haber escuchado aquel nombre a alguno de mis compañeros y por eso me resultaba familiar, no debia traerme recuerdos alegres, recuerdos falsos y que solo me aturdian, aun que estubiera vindola dentro de mi cabeza, sonrriendome, viendo a Oscuridad lamiendo su manos...¡¡NO¡¡ aquello no era real, los ancianso me advirtieron que si bajaba a la tierra tan pronto podia ocurrir esto, pero yo seque no es real, se que la realidad es que no les conozco, que aquello nunca paso

-Solo fue un sueño.....-un par de lagrimas escaparon desobedientes de mis ojos humedos mientras luchaba contra mi misma y contra aquel deseo absurdo de abrazar a la dama de blanco, deseo que se habia hecho presa de mi al escuharla decir su nombre-yo nunca la conoci, yo no os conzco-mi voz fue aumentando su volumen- yo siemrpe estube encerrada en el cielo y nunca me hice amiga de nadie-comence a gritar-¡¡YO JAMAS E SENTIDO CARIÑO POR LA ESCORIA INFERNAL¡¡-y paso lo que tenia que pasar, al perder los estribos perdi el control de parte de mi poder y de mi cuarpo estallo el mismo con una explosion de enrgia que destroxo el angel sobre el que estaba

Miré a Xellos mientras hablaba, mientras me pedía de forma más elegante "pegale una patada en los recuerdos y obligala a admitirlo"... Fruncí el ceño, preguntándome si era buena idea o debíamos ir más despacio, después de todo no podía olvidar que le habían arrancado del alma todas las memorias de amor y felicidad que había poseído diciendole que no era real... cuando la misma Azrael me contestó. La observé aterrorizada viendo como sus ojos se ponían vidriosos y se anegaban en lágrimas, su voz susurrando la mentira. Al final, su boca se torcía en un grito desesperado mientras la pura energía encerrada dentro de ella salía disparada sin control, destrozandolo todo.
Mi cuerpo no era indestructible, si no frágil y delicado, casi tanto como el de un humano. Podría haberme protegido de esa descarga de poder, pues aunque no podía hacerle frente a Azrael, yo sola podía defenderme muy bien. Pero no lo hice, a sabiendas de que me haría daño. Estaba demasiado cerca, y aunque ni siquiera perdí el equilibrio, la sangre pronto empezó a manar manchando mi rostro, escurriendose desde mis manos al piso. Debí de romperme algo dentro, pues sentía las punzadas lacerantes en un costado. Ignorando el dolor físico me concentré en mi cometido. Debía forzarla a que recordara, debía hacer que sus sentimientos fueran insoportables y dejaran de sostener la mentira que repetía como loro. Al verme herida, Azrael podría seguir ignorando los lazos que existían entre ella y yo? Podría soportar el impulso de ayudarme como antes? O dejaría a la escoria herida y soportando el dolor?
Azrael... mírame... deja de mentirte a ti misma...
Y estiré mis dedos ensangrentados hacia ella, como si así pudiera acercarme en verdad.