A mi apartamento pribado-Shun y Anna

Comencé a moverme sobre el, con movimientos lentos y pausados de vaiven, haciendo que su miembro entrara una y otra vez en mi, mientras le besaba con pasión, acariciando su espalda con mis manos y entrelazando mis dedos con sus cabellos.

Aquella sensacion la había olvidado hacia tanto.... notar como era uno con otro ser, como mi respiracion se volvía entrecortada, notando el calor en todo mi cuerpo que pronto estaría prelado de sudor si no fuera por el agua de la bañera y el sonido de mis gemidos, que me avergonzaba, haciendo que intentara acallarlos con una de mis manos cuando los notaba llegar a mi garganta, con el rostro ruborizado y los ojos cegados por el placer, solo pudiendo pronunciar su nombre entre gemidos

Aparté con suavidad la mano que tapaba su boca ocultando esos gemidos, yo queria oirlos, eran muy excitantes. Aquella sensación era maravillosa no podia describirla. Eché hacia atrás ligeramente la cabeza emitiendo suaves jadeos para volver a mirarla, observando aquellos movimientos felinos. Acaricié sus senos llevandome uno a los labios, lamiendo el duro pezón y succionandolo un poco como si se tratara del mas exquisito de los manjares.

Cuando note sus labios sobre mi pecho, lamiéndolo y succionando me excite sobre manera y acelere todos mis movimientos en un ritmo frenético en el que intentar disimular mis gemidos no tenia cabida, solo frenaba un poco para besarle y llenar todo su pecho y cuello de marcas, después aceleraba de nuevo, haciendo las embestidas profundas y fuertes.

-Shun no aguantare mucho mas-dije entre gemidos y jadeos

Cuando escuché aquellas palabras busque de nuevo sus labios besandolos con avidez, enfrentando su lengua con la mia. -Yo creo que tampoco- jadeé en su oido sintiendo como todo mi cuerpo se extremecia a con cada uno de aquellos movimientos. Entonces un calor violento e intenso me recorrió toda la espina dorsal golpeandome de lleno haciendo que eyaculara al tiempo que soltaba un profundo gemido.

El orgasmo sobre vino a la vez, haciendo que le sonido de nuestros dos gemidos de éxtasis se entremezclara e el ambiente, despues solo me abrace a el, dejando caer mi peso sobre su pecho, sin tan siquiera pararme a sacar su miembro de mi interior, solo recreándome en esa sensacion cálida que me llenaba por dentro tanto física como psicológicamente.

-Te...quiero-vacile al decirlo, pues me daba incluso miedo volver a pronunciar esas palabras a alguien, por si era traicionada o rechazada.

Me incorpore y me senté en el otro extremo de la bañera hundiendo mi cabeza completamente unos segundos bajo el agua mientras replanteaba mi situación y después emergí de las aguas con una sonrisa.

-¿Te lavo la cabeza Shun?-pregunte alegre, pues estaba feliz con lo que había ocurrido

Ella quedó recostada un rato sobre mi pecho, era una hermosa sensación. Entonces me dijo aquellas extrañas palabras que jamás antes habia oido. Se hizo un nudo en mi garganta, quise responderle que yo también la amaba, quise gritarlo y liberar de mí esa angustia que me ataba, simplemente estaba tan nublado que no pude. Una lagrima furtiva escapó de mis ojos que rapidamente me limpie con el brazo esperando que ella no lo hubiera presenciado.

Asenti ante su pregunta y sonreí gentilmente para acercarme y ponerme de espaldas a ella, llevando ambas manos a mi pecho, besando con suavidad una de ellas.

Le abrace con todo mi cariño y mi comprension para finalmente besar su nuca antes de soltarme de aquel agradable agarre.

Me incorpore y cogí el champú poniendo un poco en mi mano y luego arrodillándome tras el y aplicándolo en su cabello con un suave masaje para relajar los restos de excitacion que pudieran quedar en el.

Enjabone su cabeza con cariño dos veces y tras cada aclarado le colmaba a besos en la espalda, después cogí un peine de plata y comencé a peinar con suavidad aquel cabello, para desenredarlo y que quedara suelto.

Me abrace de nuevo a el y suspire algo agobiada por los sentimientos que me embargaban, frotando mi cabecita como un gato contra su amo y soltando algún maullido en tono bromista para aliviar mi tensión

Anna me lavó el pelo relajandome con aquellos masajes, permitiendome el lujo de cerrar los ojos y disfrutar de la suavidad de su piel.

Cuando termino se puso de nuevo frente a mí acurrucandose contra mi cuerpo como si se tratara de un pequeño y adorable felino. Sonreí quedando ensimismado por aquellos gestos tan dulces y algo infantiles. Levanté su mentón para atraer sus labios con los mios en un dulce beso y mis brazos atrayeron su esbelto cuerpo hacia el mio. Luego agarré la suave esponja que tenia a mi alcanza y comenzé a pasarla por su espalda con suavidad.

¿Por que cada beso me hacia estremecer? no sabia que significaba todo aquello, me daba miedo y a la vez quería estar junto a el pasara lo que pasara.

Deje que me estrechara entre sus brazos y me besara, perdiéndome en aquella boca y en las caricias que me daba.

Cuando comenzo a pasar la esponja por mi espalda todo mi cuerpo se estremeció y mis manos que e rodeaban comenzaron a acariciar su marcada piel con cariño, delineando cada palabra que en ella había escrita como si mis dedos fueran una goma que las pudiera borrar.

-¿Por que eres tan cariñosos conmigo?-el miedo me atenazaba, que todo fuera un simple sueño del que tendría que despertar, me abrace mas fuerte a el

-Podria hacerte la misma pregunta- comenté sonriendo al notar su abrazo aún mas fuerte siguiendo con aquella esponja acariciando toda la piel de su cuerpo que estaba expuesta -Es muy agradable estar contigo, jamás habia imaginado cuanto...- comenté besando su coronilla y acariciando su pelo después.

Dejé la esponja a un lado y sujete con suavidad su cabeza entre mis manos obligando a que me mirara con sus grandes y hermosos ojos -Tu presencia es liberadora para mi alma- susurré observandolos con regocijo.

las caricias con la esponja sumadas a sus palabras me relajaban y daban algo de paz a mi alma atormentada por el paso de los años sola, por los momentos en los que necesite simplemente lo que el me estaba dando y no pude tenerlo....

-Gracias-susurre mientras miraba sus ojos rubí con una dulce sonrisa-no sabes todo lo que significan para mi estas palabras-dije incorporándome un poco para besarle dulcemente mientras agarraba la esponja que el había dejado ir y comenzaba a pasarla por su espalda primero y luego por su torso, dejando regueros de jabón por toda su piel.

Sonreí observando como era ahora ella quien me lavaba con la esponja con tanta suavidad que hizo que me acomodara mejor para echar mi cabeza ligeramente hacia atrás cerrando los ojos -mmm...-.

No hacia falta que conociera el Edén....el Edén estaba aquí, en esta habitación, con los relajantes aromas y su hermosa presencia, ahora entre mis manos. Con los ojos aún cerrados aventure una mano para jalar del brazo con suavidad a la chica, recostandola sobre mí y abrazandola.

Me deje abrazar por Shun abandonandome al suave roce se su piel, al aroma de su cuerpo y al calor que este desprendía, apoye la cabeza en su pecho solo para escuchar los latidos pausados de su corazón, que me llenaban de una felicidad extraña que nunca había conocido, la de amar a un ser con el que podía compartir la inmortalidad, pues nunca le vería marchitar se y morir como me había ocurrido con Duman.

Quede en silencio, en aquella postura recostada sobre el, los dos desnudos y tranquilos, como si el tiempo no corriera, como si aquel instante fuera eterno, solo había algo que lo estropeaba, la sensacion de sus cicatrices, de todo el dolor y el odio que se concentraba en palabras insultantes, acaricie aquellas palabras y desee haceme mucho mas fuerte, para poder protegerle y que una cosa así nunca jamas volviera a ocurrir.

Noté como la respiración de Anna se iba calmando y ella misma se había sumido a un profundo sueño. No tardé en seguir sus pasos. No se cuanto tiempo pasó, no se si fueron horas, segundos, minutos. Me desperté un poco aturdido y fijé la vista en la mujer que dormia abrazada a mí. Suspiré lentamente, agradecido de que esta experiencia no hubiera sido un sueño o una ilusión maquinada por mi febril mente.

Acaricié su pelo y lo besé con suavidad evitando que la mujer se despertara, simplemente observandola con ternura.

Estaba tan cómoda y tenia tanta tranquilidad rodeandome que me quede profundamente dormida sobre el pecho de Shun, notando su abrazo protector.

Pasado largo rato desperté notando como me acariciaban el cabello y como depositaban besos en mi, sonreí en estado de duerme vela y susurre el nombre de Shun sin estar despierta del todo, poco a poco abrí los ojos y nos vi en el interior de la bañera con el agua ya fría y abrazados.

-Shun, nos vamos a arrugar como dos pasas-dije con una risita medio dormida-mejor salgamos de aquí, te preparare algo para...-mire el reloj de la puerta del baño-comer.

Me incorpore de los brazos de Shun , no sin antes besarle y decirle que le quería con una sonrisa y salí de la bañera, envolviendo mi cuerpo en una gran toalla blanca de algodón, suave y esponjosa, espere a que Shun saliera y le envolví junto a mi con aquella toalla, secando con cariño todo su cuerpo

-Tienes razon...- comente con una suave sonrisa observando como la mujer salia de la bañera ofreciendome una hermosa vision de su cuerpo. Salí de la bañera mojado y Anna me recibio con su propia toalla, lo suficientemente grande como para cubrirnos a ambos.

La abrazé pegando todo mi cuerpo al suyo dejando que me secara la espalda -Eres preciosa- dije sosteniendo su rostro con ambas manos para besarlo después.

Sonreí ante aquel gesto tan intimo, dejándole que me abrazara y besara mientras le secaba

-Eres un adulador Shun-dije con una sonrisa traviesa-además mas bello que yo eres tu-le saque la lengua-eres el bello jajajaja-reí

Solté la toalla y camine desnuda por la casa hasta mi habitación donde me puse un sencillo vestido de algodón de color marfil y deje sobre la cama unos pantalones y una camiseta de color negro para Shun

-Voy a hacer la comida, vistete-dije como si fuera su esposa y me encamine a la cocina, donde tras abrir la nevera y la despensa y cerciorarme de que solo había ingredientes para hacer macarrones con tomate y queso me dispuse a prepararlos con una sonrisa feliz

Me quedé un rato desnudo en la habitación estirando mi cuerpo y contemplando el paisaje que se via trás la ventana

Me puse las prendas que me había sacado Anna. Me estaban un poco raro, algo grandes... me pregunte si serian de algun ex novio suyo...

Fuí hasta la cocina, no sin antes perderme un poco por la casa. Anna estaba preparando la comida -¿Te ayudo?- agregué suavemente.

Me gire para mirarle, aquellas prendas le quedaban un poco.... raras, definitivamente el mi hermano no usaban la misma talla, pero se le veía bien un poco mal arreglado, pero bien.

-No hace falta que te preocupes, esto esta casi listo-como le miraba a el en vez de a la comida acabe metiendo la mano en la olla y la saque con un grito mientras me soplaba el dedo que me había quemado-Joder que mala pata tengo, dije metiéndome el dedo en la boca-eso me pasa por despistada.

Mire a Shun y comence a reir, estas cosas solo me pasaban a mi estaba mas claro que el agua

Aquel grito me sacó de mi ensimismamiento levantandome y llendo hasta su origen -Estas bien?- comenté alarmado cogiendo con delicadeza la mano afectada, sacandola de su boca y llevandomela a la mia -Mejor?- pregunté con una sonrisa para luego darle un beso en la mano -No te averguenzes..aún no me viste amí en acción- bromeé llevandome una mano a la nuca.

Shun vino a mi algo preocupado al escucharme gritar, retiro mi dedo de mi boca para introducirlo en la suya, lo que provocó un intenso rubor en mis mejillas.

-Estoy mejor gracias Shun-sonreí retirando el dedo afectado de entre sus labios y aceptado aquel beso tan dulce que me dio en la mano-gracias.

Apague el fuego y le indique que se sentara de nuevo mientras yo colaba la pasta y preparaba los platos.

Cuando hube terminado me di cuenta de que había hecho comida para nosotros y para un regimiento mas así que guarde todo aquel sobrante en la nevera y serví la mesa no sin antes darle un beso en la frente a Shun mientras colocaba su plato en la mesa.

-Espero que te guste-dije sentándome a la mesa-siempre como lo mismo cuando estoy aquí-reí-es la subsistencia de no ir a la casa común.

-Seguro que esta bueno- comenté sonriendole mientras me llevaba unos cuantos espaguettis a la boca -mmm..si, esta bueno- agregué después de tragar.

Dejé el tenedor un momento apoyando mi barbilla sobre mi brazo observandola con una sonrisa algo idiota. Carraspeé y volvi a cojer el tenedor desviando la mirada con cierta rapidez. -Oye Anna...- musité -Tienes un hermano cierto? Me gustaria conocer a los demás ángeles caidos...- ultimé llevandome el tenedor de nuevo a la boca.

Me sentí feliz de que le gustara mi comida, la verdad es que sabia cocinar otro tipo de cosas mas elaboradas, pero me encantaba la comida italiana y ante todo la pasta.

Sabia que tarde o temprano me diría algo así, que desearía conocer a mi hermano y a los demás de Caidanyi, me alegro que no hubiera decidido esconderse así que sonreí.

-Mañana ire al hospital, a ver como están los enfermos-suspire-Arcel seguro que se encuentra allí, podrás conocerle y ayudarnos con el trabajo si te parece bien-sonreí-no hay mejor forma de entrar a la convivencia con los demás que ayudandoles cuando estan enfermos.

-Se llama Arcel...- musité pensativo -Claro, estoy deseando ayudar en todo lo que pueda... por fin puedo sentirme util- comenté con una sonrisa alegre, aunque cuando mencionó a los enfermos mi semblante se tornó un tanto triste.

Comi un poco más para dejar luego el tenedor sobre el plato -Vaya estoy lleno....no suelo comer demasiado- agregué llevandome una mano al estomago.

Vacié el plato con una sonrisa, agradecida de que Shun quisiera ayudarnos en la ardua tarea de cuidar a los enfermos y heridos, el pabellón infantil seria el único que no le dejaría visitar, ese estaba encargado a mi y en el e encontraban los pequeños ángeles demonios y ángeles caídos expulsados e intentados asesinar por sus respectivas familias, era demasiado terrible para alguien como el.

-Bueno se lo tengo que consultar a Arcel, pero seguro que acepta-le guiñe un ojo-un poco de ayuda siempre viene bien