Esperando

Cuando intercepto mi mano un escalofrío recorrió mi espina dorsal de arriba a abajo, dejando me una sensacion incomoda que solo logro acentuarse cuando habló haciendo me aquellas preguntas a las que no sabia que contestar.

-Yo...-trague saliva-mi familia esta allí......y mis deberes como L....-casi meto la pata hasta el fondo-como estudiante....-la realidad era que yo no era feliz allí arriba por eso me pasaba la vida en la tierra, pero no podía quedarme con el, tenia una misión muy importante en el cielo, la mas importante de todas y mi felicidad no formaba parte de ella-Gill por favor....no me hagas seguir-baje la mirada con el rostro afligido, notando como me derrumbaba ante la presión de aquellas preguntas-no puedo escapar de mi destino....y se que nunca podre, por el bien de mi mundo

Gill la observó sin variar su expersión sin expresión, soltándola con suavidad.

-El destino no existe-aclaró con algo de rudeza pero tranquilamente para volverse de nuevo hacia delante, mirando la puerta arrimada por la que se colaba una rendija de luz dorada-. Duérmete.

El demonio tomó aire con profundidad y se levantó, llevándose las mantas con él para arrojarlas sobre el cuerpo de la chica arropándola así. Después le dio la espalda y salió del cuarto, dejando la puerta abierta y encendiendo de nuevo la chimenea para sentarse ante ella como antes, dejando que el calor entrase también en la habitación.

Me tumbe en la cama y deje que me tapara con la manta mientras le veía marcharse, observando como se iluminaba la habitación con el fuego renovado de la chimenea.

-Gill hay Ángeles que tienen un destino impuesto-susurre-seres que no pueden ser quienes quieren si no quienes deben por el bien de los demás-cerré los ojos y una lágrima se escurrió por mi mejilla-realmente nadie sabe quien soy.

Estuve largo rato pensando en silencio mientras escuchaba crepitar las llamas de la chimenea hasta que finalmente me quede dormida y tube la pesadilla de costumbre con el despertar de siempre, con un grito, un llanto y otro intento fallido de dormir deseando dejar de soñar pero sin lograrlo.

Entonces al caer dormida soñe algo nuevo, algo que jamas habia benido a mi mente mientras dormia, un terrible recuerdo de cuando cumpli 4 años

-No quiero ser yo-susurre mientras me agitaba en sueños-es demasiado para mi-un sollozo entrecortado-esta misión no esta hecho para una niña como yo........quede en silencio agitándome en la cama y gimiendo mientras soñaba

El cuerpo de la chica apareció suavemente tendido a lo largo del sofá que ocupaba el demonio. No le había resultado muy complicado percivir aquella agitación entre las sábanas. Bajó la mirada para contemplar el rostro de la chica soñando con el rostro apoyado en su regazo. Llevó una mano hasta sus cabellos y los peinó con los dedos un par de veces, deteniéndose finalmente abriendo de nuevo los labios para decir algo pero no soltando más que un agotador suspiro.

A veces ser él mismo resultaba tan desesperante que no podía creerse que no hubiera acabado como todos aquellos demonios arrastrados a ser maléficos, suicidándose y creyéndo equívocamente que encontrarían una tranquilidad, no topándose con otra cosa que no fuera una condenación eterna.

Elevó de nuevo la vista a las llamas y la dejó allí perdida, moviéndose mentalmente con las llamas que de nuevo ardían ante él.

Note como algo a mi alrededor había cambiado, pero no lo percibía bien solo notaba un calor reconfortante y una sensacion relajante y agradable en el cabello.

-Gill-susurre en el duermevela de antes de comenzar a abrir los ojos de manera perezosa, pues por fin me encontraba tranquila, poco a poco pude ver el fuego de la chimenea danzando ante mi, no lo identifique en los primeros momentos, pero cuando lo hice abrí los ojos de par en par y me levante en un movimiento brusco-¿Como he llegado aquí?-miraba la puerta de la habitación y a Gill totalmente desconcertada-¿no me digas que soy sonámbula?-puse cara de resinación, seguro que era eso me había levantado durmiendo y había ido a acostarme junto a el, me sonroje-lo siento no quise molestarte yo......

Lleve mi mano a mi cabeza, me encontraba algo mareada por haberme incorporado tan rápido.

-Perdona me, me vuelvo a la cama para no molestarte mas-dije incorporándome de aquel sofá con cuidado pues todavía andaba algo desorientada.

Sabia que hablaba en sueños, pero tenia la esperanza de no haber dicho nada referente a mi ultimo sueño, el cual recordaba perfectamente para variar.

Pero Gillthanas la detuvo antes de que diese un paso más cogiéndola de la muñeca y la obligó a acercarse de nuevo a él.

-No me hagas mover tanto-le dijo frunciendo el ceño levemente mientras la miraba-. ¿No puedes quedarte quieta en un sitio? Eres agotadora-le dijo seriamente pero de tranquilo buen humor de todas formas. Chasqueó con suavidad la lengua y volvió a sentarla a su lado. Se quedó un rato mirando a las llamas, pensativo.

-Tampoco soy un tipo extremadamente divertido...-comentó pensando en voz alta, alzando las cejas mientras trataba de hubicarse en algún ambiente festivo, no encontrando ninguno poque tanto su humor como su forma de vida eran extremadamente lúgubres siempre.

No pude escapar de el en aquel momento ya que me cogió por la muñeca y me hizo sentar de nuevo a su lado, me sentía como una niña pequeña a la que le hubieran hechado una reprimenda por hiperactiva y pesada.... suspire molesta y recogí mis piernas sobre el sofá mientras observaba las llamas con algo de tristeza contenida por los anteriores momentos pasados.

-¿Divertido?-¿me había perdido en algún momento de una conversación que creo nunca había comenzado? o simplemente era que no emprendía a que venia ese comentario del infernal-tu eres divertido, yo me lo paso bien contigo, me haces reír de vez en cuando y....-no sabia por que estaba diciendo aquello-eso me gusta mucho.

Agache la cabeza mirando al suelo como si buscara algo insistentemente pero solo intentado ocultar el rubor de mis mejillas mientras suspiraba largamente para eliminar algo de la tensión que me embargaba.

-¿Se te vana subir los colores cada vez que me dediques unas palabras agradables o es que realmente estás enamorada de mi?-preguntó de forma maliciosa sin mirarla. Giró el cuerpo hacia ella, pasándole una pierna por encima de la cabeza y apoyando el pie en el brazo del sofá del otro lado, dejando la cabeza cómodamente apoyada en el otro lado. Se cruzó de brazos y cerró los ojos, dejando el otro pie aun apoyado en el suelo para no hacer que la chica se moviese, que ahora quedaba sentada entre sus peirnas.

Hay momentos en los que me pregunto si no seré una diana para saber que infernal me suelta el comentario mas puñetero....suspire mirándole de reojo mientras se acomodaba dejando me entre sus piernas mientras el quedaba tumbado en una posición mas cómoda.

-Gill-dije sin mirarle directamente, si no solo de reojo-si quieres que te diga que estoy enamorada de ti.....te vas a cansar de esperar-reí traviesa-así que con que te diga que te quiero te sobra, que es mas o menos lo mismo pero no suena tan cursi-me encogí de hombros, rara vez decía cosas atrevidas, no era mi costumbre, pero con el no valía la pena andarse por las ramas-además como tu no me quieres no vale la pena que me mortifique con ello ¿verdad?-le saque la lengua en un gesto infantil y me quede de nuevo mirando las llamas danzantes.

El demonio pensó unos instantes en silencio.

-No, no te quiero-aclaró con tranquilidad-. ¿Pero vas a desistir a aguantarte con lo que ya tienes en lugar de tratar que yo sienta lo mismo? Te conformas con bien poco...-tomó aire con suavidad, y después esbozó una suave sonrisa mediada.

-Además. Conseguí que fueras tú la primera en besar al otro. ¿Por qué no iba a conseguir que me dijeras algo así?-le preguntó lentamente mientras pensaba él mismo en sus propias palabras.

Sonreí, sabia que diría algo así, pero ya estaba preparada para ello así que suspire profundamente y le mire buscando sus ojos con una mirada decidida

-Tienes razón me conformo con bien poco-dije encogiendome de hombros-pero también es por que no intento abarcar lo que esta fuera de mi alcance, mientras tu no sientas nada por mi, tendré una razón de peso para no dejarme llevar por todas las cosas que no entiendo y que se mueven aquí y aquí-dije señalando mi cabeza y mi pecho.

Mire las llamas pensativa durante unos minutos y después le mire a el de nuevo para contestarle a lo ultimo que dijo.

-Que te diera un beso fue por un momento de debilidad en el que tu eras el único que podía darme algo que necesitaba desesperadamente-bufe sintiéndome débil por haber actuado así con anterioridad-y lo de que no vas a conseguir que diga algo así es simple y llanamente por que me parece una expresión tremendamente cursi y empalagosa-reí-lo siento mucho pero no me gusta nada esa expresión así que o te contentas con un te quiero o se siente pero no hay mas, que bastante me arriesgo ya diciendo eso abiertamente

Aunque Gill parecía ausente en sus propios pensamientos y no parecía prestarle atención a la chica en realidad estaba escuchando con atención, con la vista perdida en el techo de madera.

-¿Cursi y empalagoso? ¿Tu crees?-preguntó lentamente mirando las tablas-. Yo daría hasta lo más preciado que tengo por poder decírselo a alguien de forma sincera-alegó con la vista en el techo y dejando que poco a poco su visión se fuera oscureciéndo, dejando que el rostro sombrío se apoderase de él-. Pero eso no puede ocurrir. Yo no puedo amar. Dime, ¿es mejor decir algo bochorrnoso aunque pueda ser realmente precioso o no poder hacerlo jamás y saberlo?-le preguntó mirándola a los ojos sin moverse del sitio.

Me exasperaba escuchare decir cosas así, sabia que todo ser era capaz de amar y de sentir afecto, pero el se negaba esa posibilidad, como pretendía que yo luchara por que sintiera lo mismo que yo.

-Esas cosas solo se le deben decir a la persona que siente lo mismo que tu, si no-agache la cabeza evitando su mirada-es como que no dijeras nada, no es que sean bochornosas, es que son inútiles....-suspire-yo no ganaría nada diciendo un te amo, tu seguirías sin compartirlo empeñándote en ser incapaz de amar y yo.....yo no puedo obligar a nadie a que me quiera por que entonces no seria sincero.

Eche mi cabeza haca atrás mirando el techo y con el semblante ensombrecido por la pena

-Prefiero combencerme de que te quiero como un amigo muy especial-dije sin apartar la vista el techo-que llorarte cada minuto por amarte y saber que no lo compartes....

Gill la miró divertido en silencio unos momentos. Le habría dicho que en el caso de no servir para nada decirle algo asi a alguien que no lo compartía, ella no estaría en aquella cabaña con él en aquellos momentos, ni si quiera se habrían visto una segunda y tercera vez después de conocerse en el lago. ¿Qué sentido tendría? Quizás no fuera compartido, pero inutil no era.

Sin embargo no dijo nada. La miró en silencio y finalmente encogió un ahombro asintiendo con la cabeza.

-Si, tienes razón-comentó finalmente volviendo a cerrar los ojos y apoyando la nuca en el brazo del sofá-. Es un completo absurdo. Dejemos el tema, sé que no te agrada hablar de ello...-comentó sin hacer ninguna referencia más al resto.

Asentí a su comentario, sin cuadrar me del todo el tono con el que lo habia dicho, pero sin darle mayor importancia.

Me quede mirándole de soslayo, mientras pensaba en todas las cosas que había dicho a aquel infernal, que me hacia actuar de una forma tan diferente en comparacion con el resto de seres, me hacia sentir como si por unos momentos fuera yo de verdad y no la imagen prefabricada de New Ángel del Agua que había tenido que adoptar durante tantos años para no levantar sospechas.

Me recoste con algo de miedo a que me rechazara sobre su pecho y le di un suave beso, simbolizando con el todo el cariño que le profesaba y el miedo que me daba tenerle tan cerca y no saber como actuar con el, deseando besar de nuevo aquellos labios pero no atreviendo me a ello

Gill entreabrió un momento los ojos para hubicarla y después dejó caer con suavidad un brazo sobre su menudo cuerpo, impidiendo que se balancease o llegase a caer. Su pecho era ancho, como todo su cuerpo, y las posibilidades de que pasara algo así eran prácticamente nulas aunque la abrazó de todos modos.

-Que seas tan tímida sólo hará que las cosas se alarguen más-le dijo con suavidad, bajando el tono al tenerla tan cerca, cerrando los ojos-. Es bueno para seguir manteniendo el interés, sobre todo cuando se tiene toda una eternidad que afrontar...

No tenia muy claro si aquello había sido algo bueno o no, pero deje que sus palabras pasaran con un gesto de afirmacion mientras me concentraba en aquel brazo que me rodeaba sujetandome en aquella posición mientras mis manos acariciaban aquel pecho con cariño haciendo dibujos imaginarios y escribiendo palabras que nadie leería.

-No soy tímida-susurre acomodando la cabeza para escuchar los latidos de su corazón, cosa queme encantaba-solo es que no se como actuar contigo, pues nunca se si lo próximo que haga te molestara o no-suspire.

Uno de mis brazos se escurrió por uno de los costados del infernal dando la sensacion de un tierno abrazo a un gigantesco osito de peluche.

-Soy un demonio. No tengas piedad de mi...-comentó esbozando una media sonrisa con los ojos cerrados, dejándose enterrar en el sofá mientras el fuego seguía ardiendo en la chimenea. Él sin moverse le iba prestando especial atención a las caricias de la chica sobre su piel por encima de la ropa.

-¿No vas a darme un beso de buenas noches?-preguntó ignorando el que ya le había dado momentos antes, no aceptándolo como tal.

Que podía hacer ante aquella petición tan tremendamente encantadora mas que aceptarla con una sonrisa

Me incorpore sobre su pecho como si fuera un gatito travieso y avance hasta llegar a su cara volviendo a tumbarme a esa altura pero con su rostro a la altura precisa para concederle esa petición.

-Miau-maulle con tono infantil y le di un lametazo en el rostro solo para molestarle, antes de echarme a reír unos segundos para luego tranquilizarme y mirarle seriamente con algo de rubor en las mejillas-solo..uno dije bajando la cabeza lentamente hacia sus labios.

Aquel no fue un beso como los anteriores, tal vez por que lo había dado con total conocimiento de ello, pero me pareció una sensacion mas pasional que la de los anteriores, incluso timidamente roze mi lengua con la suya sin saber demasiado bien que estaba haciendo, cuando nos separamos el corazón me latía muy fuerte y acelerado y tenia la respiracion algo entrecortada por la excitacion

-¿Estas contento? ya te lo he dado-dije acurrucándome con la cabeza en su hombro intentando tranquilizarme

-Qué remedio...-comentó después de un momento cuando la chica se apoyó en su hombro. Apoyó una mano en su cabeza y le acarició los cabellos un momento mientras cerraba los ojos de nuevo y se dejaba llevar por la tranquilidad.

-Ahora duerme de nuevo. Saldremos por la mañana, si no tienes nada que hacer antes...-comentó con tranquilidad para no romper la relajación de ambos con palabras demasiado altas. Estaba demasiado cómodo como para alterar aquello.

Me acomode lo mejor que pude, notando aquellas suaves caricias que me relajaban tanto física como mentalmente.

Me abrace a el y deposite un dulce beso en su cuello mientras susurraba un gracias susurrado en su oído.

Cerré los ojos abandonando me a la oscuridad que solo sentía cunado dormía con el, aquella que no traía sueños, esperándola con ganas de descansar.

-Te quiero....dije cunado caía en la inconsciencia y no sabría si diría algo mas pues ya quede dormida abrazada tranquilamente a aquel infernal que me había robado el corazón sin usar malas artes.

Como siempre Gill se quedaba sólo por la noche, o esa era la sensación que tenía cada vez que las voces se apagaban dormidas y el silencio se hacía absoluto. Incluso el fuego se apagó pronto dejándole sumido en una oscuridad y un silencio que le encantaban de sobremanera, pero que sin embargo notaba extraños cuando tenía a alguien al lado.

Miró a la chica un momento de reojo y después contempló sin moverse ni un ápice de su posición su tierno cuerpo de niña tendido sobre el suyo. Era tan blanco y de apariencia tan suave que hasta le parecía descabellado tenerlo tan cerca, pero a él le encantaban las incongruencias descabelladas, el derrotismo de la luz ante él. Si podía evitarlo no manifestaba aquel bien estar. Alargó una mano a los cabellos de la chica dormida, queriendo tomar uno de sus mechones, pero no se encontró con ideas demasiado castas, de modo que tras vacilar, esbozó una media sonrisa y regresó la mano al suelo, rozándolo con la punta de los dedos colgando del sofá a esperar que pasasen las horas.

No se si llevaba horas durmiendo o solo minutos, al despertar nunca lo tenia demasiado claro, pero esta vez tenia la certeza de estar acompañada del Gill, de que era verdad y no el cruel final demasiado vivido de un sueño, en el que notaba su presencia pero al abrir los ojos no estaba.

Restregue mi cabezita en su hombro con cariño como lo aria un gato perezoso a su amo y bese de nuevo su cuello y luego el lóbulo de su oreja, dándole un pequeño mordisquito jugueton, mientras una de mis manos acariciaba sus cabellos.

-Hola-habría dicho buenos días pero no tenia idea de el tiempo transcurrido y no quería hacer un comentario sin sentido-¿He dormido mucho?-la pregunta era rutinaria pues lo único que quería era escuchar su voz, para asegurarme de que aquello no era un sueño.

Gill entreabrió los ojos mirándola directamente, sin moverse demasiado.

-Si te duelen los riñones si-aclaró con su jovial voz de demonio cruel y carismático de siempre-. Levántate, por favor, tengo medio cuerpo dormido...-comentó apoyando una mano en su hombro, sin notarse absolutamente nada de clavículas hacia abajo.

En cuanto escuche que tenia medio cuerpo dormido me incorpore inmediatamente con cara de culpable

-Perdón-dije sin mirarle-no quería que acabaras con una molestia así por dormir conmigo-me mordí el labio mientras esperaba a que se incorporara-esto....yo...-dije algo descolocada por la situación-¿Puedo hacer algo?, lo que sea solo pide y te sera concedido-sonreí.

Me hacia gracia pensar lo vulnerable que podía estar teniendo el cuerpo dormido e instintivamente acaricie la piedra de azul colgada a mi cuello.