De vuelta

La noche caía y volvíamos por las calles, las tiendas aún abiertas, la gente seguía gastando sin pensar en lo que costaba cada cosa, gastaban por gastar comprando cosas inutiles e incluso que ya tenían.

Iba mirando por todas partes. Un chico se cruzo por delante mio. Capté la energía y algo me decía que aunque su apariencia al igual que la mia, humana, era un infernal como yo y seguramente el tambíen habría captado la mía.

Yulianus me miró porque vió que capté algo, pero no le dió importancia. Seguimos andando y notaba que aquel ser nos seguía.

Me acerque a Dorian y le susurre:

-Creo que nos sigue alguien, ves caminando mas deprisa y en dos manzanas le despistamos, cuando giremos aquella esquina corremos. ¿Vale?

Comenzamos a caminar, estabamos apunto de llegar a la calle que le habia dicho a Dorian. "Seguramente sera un ladron, estoy acostumbrado a tratar con ellos, por no queria que nada estropeara esta tarde que habiamos pasado"

Ya había llegado la garn Urbe. Era enorme, repleta de tiendas y de gente caminando sin cesar, de una tienda a otra, gastando y derrochando, estúpidos humanos...

Entra la muchedumbre pude captar algunos pensamientos inpuros, como podían llegar a ser tan odiosos... pero eran inofensivos para alguien como yo.

En aquel mismo instante pude notar energía infernal entre tanto humano. Dos con mas exactitud. Parecían ser vampiros energéticos, ¿que estarían tramando? Decidí seguirles, podían poner a alguien en peligro.

Me escondí entre las sombras como siempre hacía y intenté leer sus pesamientos. No parecían tramar nada malo, pero era mejor prevenir.

Llegamos hasta un callejón y se pararon en seco mirando en mi dirección.

Nos paramos tal y como dijimos y empezamos a correr. No se porque acabamos separandonos.

Cuando me di cuenta de que estaba separado de el pare de correr.

"Creo queme sigue a mi, habra captado mi energia" pense.

Me quede mirando por la zona, mirando a todos los lugares repasando cada esquina. Hasta que vi la sombra que se acercaba a mi.

Vi que se alejaba de mi, y que el tipo raro se iba tras el, no se por que di la vuelta y me fui donde estaba Dorian.

-Dorian! - le llame gritando.- A la siguiente calle a la izquierda, metete!.

Corria el, despues yo y tras nosotros esa persona desconocida que aun no sabia quien era, comence a sacar mi cruz.

¿Porque corrían? ¿había algo que querían esconder? No... no era lo que parecía, era cierto que eran vampiros pero no eran malvados, o no del todo. No estaban huyendo porque habáin hecho algo, sino porque yo estaba tras ellos.

Vi como uno de los dos sacaba una estaca de su chaqueta, ¿un vampiro con una estaca? Irónico... decidí sañir de entre las sombras y aterrizar frente a ellos.

- Tranquilos, no tengo nada contra vosotros, simplemente quería saber si tramabais algo turbio, ya he visto que no, lo siento si os he molestado.

Me paré en seco, otro infernal en la gran urbe? Era estraño. Bueno realmente habia de todo escondido por aqui. Yulianus se puso a la defensiva, creo que no le gusto la presencia o algo.

Mi mirada con la de aquel ser se cruzaban como si se dijeran algo. Sera por ser los dos infernales aunque no de la misma clase.

- Que haces aqui? Como has llegado?

Yo hacia tiempo que pululaba por la gran urbe y no recuerdo como llegué.

Me pare en seco yo tambien, le mire fria y penetrantemente. No me terminaba de fiar de ese nuevo sujeto que aparecio derrepente persiguiendonos. Guarde la cruz (q no la estaka) y espere a que contestara y nos dijera que hacia aqui y tan derrepente nos persiguiera.

Mire alrededor a ver si veia a alguien, esta zona estaba muy vacia, no habia mucha gente, como yo queria.

- He venido buscando a unas personas despereciables que podían estar por aquí. Me es fácil llegar a los lugares pues posea unas alas - dije desplegandolas - y entonces noté la presencia de unos Infernales, vosotros, y decidí ver lo que estabais tramando. -

El de la cruz parecía el mas precavido, estaba a la defensiva y parecía hasta enfadado. El otro parecía mas tranquilo y amistoso. Parecía agradable.

- Sinto haberos molestado, tansolo quería proteger a estos humanos, aunque a veces no se lo merezcan. Me marcahré y os dejaré tranquilos.

Cuando me disponía a echar a volar algo me agarró el brazo.

Le agarré el brazo haciendo que bajara de nuevo.

- Yo provengo del mismo lugar que tu. Creo que las cosas andan mal por alli abajo ya que muchos infernales vienen aqui.

Mire a yulianus. Desde hacia tiempo notaba que el mundo cambiaba y nada era lo que habia sido antes. Aunque los humanos son igual de cerdos e asquerosos.

Al cabo de un rato empezamos a andar por las calles hasta legar de nuevo al centro.

-Disculpa si me puesto tenso, este mundo no es un lugar seguro, pero una pregunta, no se supone que son los angeles los buenos y los demonios los malos, por que me he encontrado un angel que me ha contado q otros angeles cometen crimenes y vosotros venis del infierno y sois, dos terroncitos de azucar.-dije bromeando. Estaba mas relajado.

Ibamos caminando estabamos en la plaza en la que estaba mi casa, en ese lugar habia muchisima gente, la mayoria miraban a sephiran por sus alas, algunos se pensaban que era un disfraz, asi que tampoco causo mucho alboroto. Un niño se le acerco toco sus alas y se fue corriendo con su familia. Estabamos ya en la puerta de mi cas.

-Esta es mi casa.

Me di cuenta de como llamaban la atención mis alas y creé una ilusión para todos los humanos de que mis alas no estabn ahí. Pareció funcionar porque al instante la palabra "Monstruo" ya no rondaba por las mentes de los transeuntes.

El mundo estaba cambiando, todo era extraño. Ángeles cometiendo cechorías, demonios ayudando a los humanos, todo estaba patas arriba, pero es lo que hay.

Ahora, aunque mis alas no llamaran la atención, seguiamos captando la atención de los humanos. Tres chicos, uno vestido de cuero negro ajustado al cuerpo, otro también con ropa oscura y con ojos rojos y, en medio, un cura. Y todos nosotros irradiabamos superioridad y belleza comparados con los mortales.

Cuando me quise dar cuenta nos habiamos parado frente a una casa, al parecer la del sacerdote de la cruz ¿Que hacíamos aquí? Bueno... mejor esto que estar solo ¿No?

Entramos en la casa de Yulianus. Sephiram la miraba como yo cuando entre por primera vez. Sorprendido por la decoració relativa a la religión. Parecía que no le gustaba mucho. Yulianus nos ofreció asiento y en el sofa nos estubimos hablando hasta que el sueño pudo con nosotros.

A altas horas de la noche, un ruido en la ventana me despertó. Me dirigí a ver de que se trataba. Miré a los otros dos que estaba durmiendo profundamente.

Fuera dos sombras negras, estaban delante de la ventana, pude distinguir que iban trajeados. La curiosidad pudo conmigo y abrí la ventana sin hacer ruido y empecé a descender poco a poco por la cornisa del edificio hasta llegar al suelo. Me escondí tras una estatua que supongo que sera del presidente o algo. Vi que se movian y se daban la vuelta.

Cuando fui a avanzar un pinchazo hizo que cayera redondo al suelo, dormido...


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