En busca de un traidor (Priv. Kurai)

Entre sigilosamente en la sala del trono, en mi forma de pantera. De sombra en sombra me fui acercando al trono vació, donde me subí y me tumbe pacientemente.
Había desobedecido la petición de mi hija, la había seguido a hurtadillas para saber quien era ese tal Shun, el caído que había sido agredido y por tanto, si de verdad el agresor era su padre, ahora solo necesitaba verlo y podría descubrirlo. Y esa era mi intención, comunicárselo a la princesa Kurai, aunque mi instinto me decía que lo vería pronto, pues esa sala rezumaba el olor a ese traidor.

Cerré los ojos y comencé a “dormitar” a la espera de que la princesa volviera de sus mas que prolongadas vacaciones.

Cualquiera diria que me habia tomado un par de dias de descanso viendome lo estresada que estaba ya, los papeles se habian amontonado sobre mi mesa sin piedad y al verlos decidi que era mejor no salir de casa en una laaaarga temporada, no cmprendia a que venia tantos tratados sobre posibles guerras si alli abajo no movia el culo nadie para preparar una batalla, Said me tenia hasta el gorro con que queria luchar y yo me pasaba la vida diciendole que si tanta necesidad de pelea tenia que se fuera a los ultimos niveles y se desquitara, por el camino podia matar algun demonio y esas cosas...pero parecia que el preferia pasar el tiempo en el mundoo humano...¿que coño andaria haciendo?, mire los papeles por enesima vez y comece otra vez a firmar, a aceptar y a denegar peticiones de todo tipo, entonces entro uno de los guardias apresuradamente.

-¡¡Princesa, princesa¡¡-otro con la misma copla, pero que pesaditos que son.., alce la cabeza y le mire, dandole pie a que continuara-se le ha visto...se ha visto a Xellos en las cercanias del castillo-el que me faltaba...me incorpore de mi asiento y camine hasta el guardia con un deje aburrido en el rostro indicandole que se podia marchar, el salio por la puerta y poco despues yo hice lo mismo, caminando hacia la sala del trono.

No me apetecia verle, no tenia ganas de tonterias o juegucitos, de tener que mandarle a el y a su señor por millonesima vez a tomar por....viento fresco, pero lo que uno desea no siempre se cumple, abri la puerta de la sala en cuestion y me quede parada nada mas entrar, con la ceja enarcada y cara de resignacion, alli estaba el gran Xellos, combertido en una pantera negra y tirado durmiendo sibre el trono

-Gato malo-dije-me lo vas a llenar de pelos-creo que eso no sono como un "hola" pero me daba un poco igual-¿que haces aqui?-bufe molesta-has asustado a toda la ciudad, podrias ser mas discreto-frunci el ceño

Levante la oreja sin hacer mucho caso, en un principio. Pero después abrí los ojos y mire detenidamente a la princesa.

- Princesa, tu tan hermosa como siempre

Baje del trono y me acerque a ella retozando en sus piernas como lo haría un gato de verdad.

- Disculpa por los pelos, pero me presente en esta forma por que se que te gustan los gatos y así a lo mejor no me gritabas. – Le dije mentalmente mientras ronroneaba.

Le mire con cara de pocos amigos mientras se bajaba del trono y no era por que estubiera en forma de gato y me lo pudiera haber llenado de pelos...cosa que realmente dudaba, ni por que me hubiera asustado a media ciudad, ni por que viniera a incordiarme cuando no me apeteic, aquella mirada de mala leche fue por lo de "Princesa, tu tan hermosa como siempre"...¿tan dificil era de entender que yo no era realmente una princesa y que no me gustaban los cumplidos menos aun seguidois de aquel apelatibo sobre mi persona?, mis pensamientos se vieron cortados de golpe al notar como se restregaba en mis pìernas haciendo que todos y cada uno de los poros de mi piel se erizaran por aquel contacto.

Cuando escuche lo que me deici directamnete a la mente, referente a que habia aparecido con pinta de gato por que a mi me gustaban los gatos y asi pensaba que tal vez no le gritaria, pense en Said....el era el unico gato de mi vida y gritarle...gritarle no le gritaba, le hacvia cosas mucho peores como darle escobazos...

-Bueno "traidor"-de mi alama y mi corazon-¿que quieres decirme? ¿que es tan importante como para que me tengas a media corte acojonada por que te han visto por aqui?-acaricie su cabecita y la verdad es que me dieron ganas de tirarle un obillo de lana...que malo que era que me gustaran tanto los gatos

- ¿Traidor? Eso duele princesa, pero por desgracia es de traidores de lo que quería hablar. – Seguía ronroneando mientras le hablaba.

La conocía perfectamente, sabia que no me gritaría por presentarme como me presente y hacerte.

- He conocido al agredido, bueno, más o menos, y resulta ser el hijo directo de dicho vil.- “¿Seria mucha información?”- La cuestión, es que como te imaginaras, solo tengo que ver a dicho traidor para reconocerlo.

Era curioso que la sala del trono “oliese” mucho a el, ¿debería decírselo a la princesa? Creo que si.

- A si mismo e averiguado que el traidor frecuenta este castillo.- Decore un poco la información, para hacerla menos impactante.

Suspire cuando me dijo que venia precisamente a hablar de traidores, parecia que se habia dado prisa ene ncontrar la informacion necesaria para que yo pillara por vanda al que la habia liado parda en la tierra con un angel caido, por fin tendria a mi culpable y este su pena.

La primera informacion me pillo de nuevas, asi que era el hijo directo del traidor, bueno, aun que nadie lo supiera relamente yo no me oponia a que los viles y los angeles...bueno a que nacieran Angeles Caidos, realmente para mi eran una raza como otra cualquiera

Y lo ultimo que me dijo...bueno, muchos viles se pasaban la vida en el castillo y yo no les veia mas que en muy raras ocasiones....para descubrir al traidor iba aq necesitar mas alluda de la que pensaba, llamaria a Said para ver si el tenia mas informacion que yo, ademas era una buena escusa para tenerle localizado...tenia ganas de verle aun que no fera el momento.

Me encamine al trono y me sente gracielmente en el suspirando aburrida mientras miraba al gato negro inmenso que habia frente a mi

-Llamare al general de mi ejercito para que allude con la busqueda, agradeceria que te quedaras en esa forma o que desaparecieras, no seria agradable que me tildaran de lider traidora por que tu, precisamente tu hayas benido-di un par de palmas y parecio una sirvienta que miro con algo de miedo a la pantera

-Lisa, hazme el fabor-dije con tono tranquilo, ella no era mas que una niña todabia y no tenia por que ser fria u dura con ella-.busca a Said y dile que le reclamo en la sala del trono a la de ya-ella sonrrio me hizo una reberencia y salio por la misma puerta por la que habia entrado a cumplir su cometido

Escuche atentamente las palabras de la princesa y decidí hacerle caso, aunque sin entender ese afán de ocultar mi presencia, pues mis visitas regulares ya eran bien conocidas por todos.
Me aproxime yo también al trono u me tumbe en un lateral, a los pies, dando la imagen de gato manso he inofensivo.

(Ya me toca pringar T.T XD)

Acaba de llegar al hogar de los viles, las cosas en el mundo humano se estaban poniendo interesantes y mas con aquellas ambiciosos demonios que habia conocido. Eran divertidos, ellos parecian ir en serio con lo de poner de vuelta y media al sistema, yo tan solo me divertia y me burlaba a cada momento posible. Mantenia mi cuerpo y mi mente ocupado para evitar tener que pensar en Kurai, me ponia muy ñoñas y me hacia sentir devil. Ya era hora de volver a verla, tenia ganas de besar sus labios guardados con tanto recelo. Y pensar que habia sido un gatito fiel desde aquella noche...

Justo cuando me disponia a entrar en el castillo una chica, una de sus sirvientes me comunico que Kurai queria verme. "Que casualidad" pense sin darle demasiada importancia. Subi las escaleras a grandes zancadas manteniendo mis manos en los bolsillos y entre en la sala. Ni siquiera repare en Kurai, pues toda mi atencion se la llevo una pantera que estaba a su lado. Afile la mirada y supe inmediatamente de quien se trataba.

Se me hacia muy pesado esperar, pero mas cuando todo se referia a Said, era exasperante hasta niveles que nadie puede llegar a imagnar el deseo de su presencia junto a mi que tenia ahora mismo, pero claro el tenia cosas que hacer, yo tenia cosas que hacer y...bueno casi no habia habido tiempo para vernos ni un mal segundo en estos dias....le extrañaba.

Mi querido general cruzo la puerta y ni tansiquiera puso los ojos en mi, directamente miro a Xellos de aquella manera tan afilada que podia cortar con ella si se lo proponia, yo suspire y contemple la escena sabiando que Said le habia reconocido...y yo que guardaba la esperanza de que no lo hubiera hecho con esta forma, solo esperaba que no comenzara una pelea...tenia muy claro quien seria el ganador y al fin y al cabo no queria desperfectos.

-Hola General Said-dije con tono tranquilo y frio, esperaba que comprendiera que aquel tono era por la visita en cuestion

Note como su olor se acercaba lentamente por los pasillos, cada vez mas fuerte, hasta que al final su presencia se hizo presente al abrir la puerta de la sala del trono.
Abrí los ojos y vi como me miraba con una expresión cortante, felina, pero de poco le iba a servir, ya había encontrado al traidor y su condena era clara. Sin ningún miramiento ni aprobación de la princesa corrí a su encuentro de manera fugaz, casi oculto en mi propia velocidad, le salte encima y con mi boca le apreté el cuello, pero sin herirle, quería que entendiera que no podría escapar de mi presión.

- No te muevas traidor, o no habrá juicio para ti. – Dije gritando con mis capacidades mentales.- Princesa, reclamo justicia.

Estuve a punto de responderle de forma condecendiente a la dama del lugar cuando en un abrir y cerrar de ojos el felino negro se desvanecio frente a mis narices, trate de buscarlo pero no tardo en aparecer, me golpeo con su cuerpo felino y me tiro al suelo para inmovilizarme con sus garras clavadas en mi cuello.

Gruñi y afile las uñas involuntariamente ante el ataque, me llamaba traidor...yo jamas traicionaria a Kurai -No...te enseñaron..a preguntar...antes de ...atacar....hijo de la gran....- masculle entrecortadamente mirando a Kurai pues yo con gusto clavaria las uñas en la piel del oscuro felino para desgarrarlo.

La imagen era tan....ver ahi a mi general a punto de presentarse con cordialidad y en el segundo siguiente Xellos le tenia en el suelo con los dientes a punto de desgarrarle la garganta, llamadole traidor y pidiendo justicia, por otro lado Said habia sacado las garras yme miraba a la espera de una orden que no estaba segura de dar, si le decia que se defendiera El diablo lo mataba alli mismo sin ademas despeinarse siquiera.

-¿Said?-pregunte en alto mirando la escena y me lebante del trono con gesto contrariado, casi estaba a punto de perder los nervios por la ira-Xellos, eso es imposible, tienes que haberte confundido-me acerque mas a ellos y puse mi mano sobre el lomo de la pantera negra haciendo que reculara para apartarse un poco de l Vil-tu ni te muevas de haiSaied, no muevas ni un musculo por la cuenta que te trae-en mi8 mente se formaba aquella ipotesis, recorde que el ya me dijo una vez que tenia un hijo, pero no indague en el tema en su momento y tendria que hacerlo ahora-Said me digiste una vez que tenias un hijo ¿donde esta?¿que ha sido de el? y ¿quien es la madre?-suspire-se te acaba de acusar de haber atacado a un angel caido sin probocacion, ocasionando que este quedara malherido-trague saliba-si eres culpable ¿sabes que pena es la impuesta por traicion?-no me gustaba, no queria ser fria y dura con el, no queria creer aquello, me dolia, pero Xellos no tenia que saber nada de eso, mis sentimientos estaban fuera de lugar en caso de una traicion y el enemigo nunca juamas tendria que ver que yo era una lider devil

- Sin olvidar que casi provoca una guerra con una raza que no tiene nada en contra de los viles.

Mi cuerpo comenzó a cambiar, una espesa nube oscura me cubrió y comenzó a crecer, cuando esta se desvaneció, aparecí con mi forma vil, la más conocida e de decir.
Mi fiel catana, regalo de un humano apareció en mis manos y eso solo podía significar una cosa: consideraba a mi rival muy inferior a mí y por lo tanto quería divertirme a su costa, como mi cara de sadismo indicaba.

- ¡Ah! Y dañar el honor de mi familia ofendiendo a uno de mis hijos. – Tome una pequeña pausa. – Anna, que como sabrás princesa, es mi hija de sangre…

Deje esa información en el aire, ahora era el momento de que ella juzgara al culpable.

No conteste a ninguna pregunta y en cuanto la pantera me solto me incorpore sintiendo como una furia crecia en mi, una furia incontrolable. Ni me acordaba de aquel suceso...pero ahora todo venia con mas claridez a mi mente...aquella mujer, aquella a la que ese tio llamaba Anna habia contado mi encuentro con Shun...

Enarque una ceja ante el rostro que mostraba Xellos...tenia ganas de desgarrarme pero eso no me hizo temblar...yo jamas temblaria ante nadie y menos ante el. La ultima palabra la tenia Kurai...

La mire haciendo caso omiso a Xellos -es cierto, soy culpable- y en la voz se notaba el fuego que estaba ardiendo en mi interior -ese niño jamas debio haber nacido... ese niño fue mi error y por ello me vi obligado a corregirlo- maldije interiormente a Shun -Y si me provoco...su mera esencia, su rostro, su mirada...todo eso me provoco!- exclame totalmente irritado.
Si ese demonio, si Xellos queria pelea le daria pelea, de eso estaba seguro, si Kurai decidia que mi cabeza tenia que rodar, acataria su orden sin pensarmelo ya que mi vida estaba a su disposicion.

Xellos se aparto de el tomando su forma human y cuando vi la Katana, un escalofrio recorrio mi cuerpo, el Diablo tenia ganas de jugar y Said no era precisamente un adbersario para el, si se peleaban acabaria matandole, lo tenia muy claro, al igual que sabia que yo no podria tampoco impedirlo.

Escuche al Diablo y suspire, no me importaba que el honor en si de su familia estubiera en entre dicho, me importaba el acto de insumision que aquel ataque representaba mas que otra cosa y la condena que tenia

Said se incorporo tambien, haciendo caso omiso de lo que yo le habia dicho y miro desafiante al anterior principe de los viles y entonces confeso, confeso que era culpable y lo hizo de la manera mas terrible, con un odio hacia aquella criatura formilando aquellas palabras que me llenaron de ira homicida contenida y de rabia, por que yo nunca jamas podria pensar asi de una criatuara fuera quien fuera, nadie era culpable por su nacimiento, nadie merecia por eso la muerte, pero el lo dijo

"ese niño jamas debio haber nacido... ese niño fue mi error y por ello me vi obligado a corregirlo"

Aquellas palabras retumbaron en mi cabeza una y otra vez al igual que las que le siguieron, diciendo que le probocaba con su mera existencia, se me tensaron los musculos, me aprete lso puños hasta que note mis uñas traspasando mi puel y aprete tanto los dientes que note el sabor a sangre en mi boca, todo por no matarle alli mismo, por no descontrolarme y arrasar con el castillo.

-Muy bien Said-dije entre dientes-seras condenado por tu crimen-mis palabras sonaban como si me estubieran rasgando la piel con un cuchillo, muy dolidas-no te condenare a muerte, teniendo en cuenta el servicio que me has prestado como general y guardaespaldas-le mire con los ojos llenos de un odio irracional y cierta repugnancia, no era lo que sentia relamente, pero no queria que viera como me derrumababa por dentro, tenia que ver a una lider fuerte, eso tenia que ser ante Xellos y todo el mundo-te encerraran en los calabozos hasta nueva horden, tendras un cuenco de agua y un poco de pan cada dia, lo justo para amntenerte con vida-le hice una señal a los gusrdias de la puerta que al escuchar el jaleo habian asomado la cabeza, para que se lo llebaran-me has decepcionado General Said-eso fue lo ultimo que pronuncie antes de girarme y sentarme en el trono con semblante frio y apersonal observando como le llebaban fuera de la sala del trono, como la unica persona a la que amamaba me habia traicionado tambien de aquella manera y por alguna razon, en vez de ponerme a llorar como haria cualquier persoana tan dolida como yo, simplemente me quede ausente y en sielencio, mirando al infinito

Espere pacientemente a que los guardias se llevaran al traidor de mi vista, impasible, sin hacer nada pues había costado mucho crearle una reputación a la princesa como para ahora destruírsela delante de todos. Una vez nos encontramos solos, me dirigí a los pies del trono y desde ahí le dije:

- Traición princesa. Al perdonar la vida de un traidor contra el pueblo y la corona, las leyes te convierten en traidora a ti también por cómplice. ¿Eres consciente?

Después tome un tono mas conciliador, me arrodille junto a ella y tomándole el rostro con la mano para que me mirase le sonreí pacientemente.

- Puedes llorar si lo deseas, te guardare el secreto.

Odio y repulsion, eso era lo que Kurai destilaba hacia mi persona...y que Xellos deseara destrozarme ya me la traia bien floja, su mirada fue peor que mil dagas atravesando mi cuerpo desde distintos puntos. Sus palabras...habia compasion en ellas? Queria humillarme?
Era un traidor, la pena era la muerte y sin embargo...

Frunci el ceño y la mire de la manera mas fria posible y ya no sabia si estaba mas cabreado por el hecho de pasar largo tiempo a la sombra o por el hecho de que aquella decision le traeria problemas a ella....
"Estas comentiendo un error Kurai, tu deber es matarme" pense a sabiendasd de que esta leeria mi mente.

Unos guardias me cogieron de los brazos y me llevaron a lo mas profundo del castillo y en el trascurso no deje de fijar mis ojos rojos de los de Kurai, no al menos hasta que la perdi de vista.

La mirada de aid al igual que ese pensamiento a gritos para que me llegara se me clabaron en el alma de manera casi tangible, pero no mute mi rostro, le aguante la mirada hasta que desaparecio de mi vista y entonces mire a Xellos sentado al pie del trono que me decia que por perdonarle lavida a un tridosr yo tambien me combertia en traidora yo me qurede en sielencio mirandole como si alli no hubiera nadie mas que yo y obserbara una mota de polbo

El diablo se incorporo y me tomo del rostro clabando sus ojos en los mios ahora vacios y me dijo que si necesitaba llorar lo hiciera, que el no se lo contaria a nadie, le mire y no le vi realmente, pero mis manos fueron a las suyas y las aartaron de mi piel mientras le empujaba lebemente para separarle de mi

-No tengo uan razon por la que llorar Xellos-dije con el tono mas helado y apersonal del mundo-el no es nada para mi-mentira y mentira-le he perdonado la vida por que es un buen soldado y me ha protegido en mas de una ocasion, mi vida por la suya, es un trato justo teniendo en cuanta que me salbo en su dia-seguie sin ver nada mas que los ojos rojos de Said en mi cabeza, no queria ver nada mas-te agradeceria que me dejaras sola, tu ya no tienens nada que hacer aqui y yo necesito recalibrar mis pensamientos y planear el luevo loderazco del ejercito

- ¿Entonces los sentimientos que demuestras por el son falsos? Querida princesa, he de recordarte quien te enseño a hurgar en las mentes ajenas o en los corazones, como es el caso.

Me senté a los pies del trono cerca de ella, no pensaba aceptar su invitación de marcharme, no tan pronto, aun había un asunto pendiente.

- Princesa, lo cierto es que aun queda algo pendiente, tengo un presente pero esta vez no es del señor Lucifer, es mió. ¿Me acompañas? No tienes que salir de palacio siquiera.

Me levanté nuevamente y me dirigí hacia la puerta de la gran sala, abrí el portalón y espere a que la princesa me siguiera.
No se podía esperar la sorpresa que le tenía preparada a ella y a su pequeño traidor, era imposible pues solo había dos mentes a las que Kurai no podía acceder, a la mía y a la de mi señor.

Mre a Xellos cuando hablo y en mis ojos se vislubraron algunas chispitas de furia, no me gustaba que entrara en mi cabeza, era algo que me podia llegar a molestar sobre manera y mas cuando se referia a estos temas, encima en vez de irse primero se sento en los escalones mirandome y despues me dijo que tenia un presente para mi pero que no era de Lucifer.

Me incorpore del trono con desgana, no queria regalos, solo queria estar sola, pero si le decia que no solo lograria alargar su compañia asi que no me quedaba otra opcion, camine hasta la puerta con intencion de seguirle, pero lo hice en silencio, si el queria escucharme como me acordaba de toda la segunda disnastia por que el no se iba y me dejaba tranquila y por que se habia inmiscuido en mis pensamientos sobre Said, le lebantaria dolor de cabeza mis gritos en su mente

Camine por los pasillos de palacio, subiendo y bajando escaleras y pasando por lugares que hacia milenios por los que no pasaba.
Finalmente llegamos a un pasillo poco iluminado, allí una vieja puerta presidía el lugar. Me aproxime a ella y la abrí. Chirrió como nunca lo había echo, era obvio el desuso de la misma, pero mas evidente fue cuando entre y vi las grandes cantidades de polvo que allí se concentraba.

- Esta como la deje cuando me marche y al parecer la estuvieron cuidando hasta la caída de mi familia, pues aquí no hay polvo de mas de cuatro mil años. – Sonreí.- Este era mi cuarto, aquí esta lo que busco.

Caminamos mucho, tal vez demasiado para alguien tan cansada como yo, pero le segui subiendo y bajando escaleras, caminando por largos pasillos que parecian no querer acabarse nunca hasta que llegamos a aquella puerta, era una habitacion, pero yo nunca habia benido hasta aqui, me podia enorgullecer de conocer todo el castillo, pero aquella era la ala de la antigua familia real y solo pensando como habian acabado me daba respeto el lugar, podia imaginar sin demasiados problemas algun cuerpo ensangrentado por los resquicios de manchas que todabian quedaban alli camuflandose como si de humedades se trataran....era un sitio que destilaba horro, llantos y desesperacion, no me gustaba, aquel ambiente me recordaba a la llanura donde murio mi familia como si de viles perros se trataran.

Xellos abrio la puera y penetramos en aquel cuerto que el nombraba como suyo, yo ni tan siquiera me pare a obserbarlo, estaba mas preocupada trtando de mantener a ralla mis recuerdos desbocados.

Mire las reticencias de la princesa con preocupación, pues aunque esa zona mostraba un apartado trágico de la vida de la ultima familia real, aquel que no conoce la historia, esta condenado a repetirla y a volver a sufrirla y ese, era un lujo que una futura reina no puede permitirse.

- Deja las penas de lado, pues ya seas reina o líder, el pueblo depende de ti.

Me aproxime a un telar ricamente decorado, un fondo granate y en hilo dorado estaba bordado el escudo de mi familia. Lo acaricié con suavidad, pues aun me resultaban hermosos los recuerdos del pasado. Después lo cogí con una mano y lo arranque.

- El pasado es pasado y es mejor dejarlo donde esta, atrás.

Palpe la pared con una mano, intentando recordar la piedra exacta, la pulse y de detrás de la cama apareció un compartimiento que se encontraba oculto y dentro de el estaba el regalo que buscaba: Se trataba de una armadura de pequeño tamaño cuyo yelmo emulaba la cabeza de un dragón e iba acompañado de un peto ligero, todo ello compuesto de oro y decoración de plata. Exquisito, sin duda. Junto a la armadura se encontraba una pequeña espada plateada, con una preciosa forma. Dicha espada emanaba una energía que hacia pensar que estaba reforzada con magia para aumentar su poder.

- Todo líder debe tener una armadura propia de su cargo, y esta es para ti.

Asenti a sus primeras palabras de modo cansado, solo queria que todo quello terminara y perderme en uno de mis escondites a los que nadie mas podia llegar, solo queria encerrarme en mi misma y llorar tranquila para desahogarme, pero con el por aqui seria dificil, demasiado dificil.

Entramos en el cuerto y le vi acariciar aquella tela con el escudo de la anterior dinastia, para despues arrancarla alegando que lo pasado hay que dejarlos atras y entonces se dedico a palapar la pared de aquella zona como sibuscara algo hasta que una de las piedras cedio bajo su mano y se abrio un compartimento y en el una preciosa y marabillosa armadura de oro con yelmo de dragon, era magnifica, tal vez demasiado y el decia que era para mi....aquello tenia que tener truco a la fuerza

-No puedo aceptarla-dije firmemente-es demasiado y yo no te puedo-ni quiero-ofrecer nada acambio

- Lo cierto Kurai es que si hay algo que puedes darme a cambio, pues aunque no te lo creas yo siguo preocupado por mi pueblo, tu pueblo y una lider indefensa es una lider muerta y por tanto inutil. - Sonrei sin mala intención. - Este es un regalo desinteresado pues no te voy a pedir nada a cambio, de echo, si lo piensas bien, nunca te e pedido nada.

Me acerque a la armadura y acaricie con suabidad del yelmo, despues lo cogi y se lo pase a la princesa par decirle despues:

- Pruebatela, pues de seguro te estara bien y no te preocupes por el peso, es magica, su peso esta disminuido y su defensa aumentada.

Al dejarle el casco en las manos me dirigi a la puerta de la estancia, obiamente no me iba a quedar mirando como se cambiaba.