En la espesura- Priv

- Solo esperaba que me contaras nimiedades, tampoco te pedi que me contaras tu vida, traumas e intimidades. Y no esperaba amabilidad -dije en tono tranquilo-, se nota que te la guardas para tus hachas.
Esperaba que no pasara a mayores el asunto, despues de todo, no tenia ni pizca de ganas de ganarme un enemigo, menos entre los de mi especie.

Gill la miró superior para alzar un poco la barbilla y girar de nuevo el cuerpo, sin dejar de mirarla, con intención de seguir caminando.

-Son las únicas que me comprenden-le dijo en tono altanero, no desagradable pero si confiando en sus propias palabras-. Y nadie más recivirá el mismo trato que mis armas. Os guste o no, no me han criado para hacer amigos, y mucho menos los que son los de mi especie, porque si son como yo... no me convienen.

No me pareció hostil la forma en la que me habló, pero quedaba claro que no tenía ni las mas minimas ganas de hacer algo siquiera parecido a hablar. Pero había algo en todo aquello que no encajaba.
- No entiendo entonces por que me seguiste hablando cuando estuvimos en el lago. Eso no es muy propio de ti, por lo visto.

-Porque verás...-comentó chasqueando la lengua y volviéndose hacia ella con gesto desganado-. Tengo una extraña particularidad que me hace sentir.... fascinado...-mencionó moviendo una mano, como si enfatizara la palabra que no lograba a expresar del todo bien. Finjía, por supuesto-... por las mujeres. Es raro que me ocurra, ¿sabes? Siempre vais a tener algo raro que no tienen el resto, sean demonios, humanos, o ángeles celestiales y embelesadores...

Aquello me pareció una excusa bastante burda.
- No te creo ni un poco- dije riendome-, pero hagamos de cuenta que he creido palabra por palabra lo que me dijiste. Esa excusa es mejor que ninguna.

-No me creas...-comentó sin darle la menor importancia, haciendo un gesto de desinterés completo y absoluto mientras encogía un hombro-. Eso no es asunto mío ni mucho menos. Si eres felíz así... bien por tí.

Y sin más siguió caminando sin esperar a que ella le siguiera. Le daba igual, verdaderamente. a facilidad con la que se aburría y perdía interés sobre las cosas se había manifestado de pronto. No tenía interés en discutir con una mujer si le interesaban o no por el simple hecho de que ella se sintiese o no halagada.

Después de aquello, me dí cuenta que cuando menos, era frustrante hablar con alguien así. No sabía si seguirle o no. Pero no conseguiría nada si seguía caminando con el.
- Disculpame por importunarte- dije mientras se alejaba-. Tal vez volvamos a vernos.

El demonio no contestó. Había descansado un rato, había comido, y ya estaba satisfecho para retirarse. Sin más siguió su camino a través del bosque y desapareció.


[salgo]

Me quedé viendo como se alejaba. Había sido un encuentro extraño. Otro más para la coleccion.
Cuando se perdió de vista, me quedé pensando que hacer. Decidí irme, y esperar lo que el destino me deparaba.

[Salgo]