Luna creciente.

Cuando me dio la ropa, no tuve ningun reparo, y me vesti alli mismo. Me causo muchisima gracia lo que me dijo. ¿Quien iba a creerse, por mas idiota que fuera, que me habia invitado para que yo durmiera en otro cuarto?

Levantó la mirada para ver su cuerpo desnudo y se levantó, suspirando.

-¿Intentas incitarme? -cuestionó cruzado de brazos, dirigiéndose lejos de donde estaba ella y encendiendo la chimenea para calentar aquella habitación- No deberías mostrarte desnuda ante un hombre con el que acabas de tener sexo. Somos sensibles y no precisamente en cuestión de sentimientos, sino en otras partes.

Esto me hizo aun mas gracia. Me acerqué a la chimenea encendida, y su calor me molestó, pero no me importó. Me acerqué a el y lo abracé por detrás. - No deberías jugar conmigo, por que me vengaré- dije en son de broma- ¿o me vas a decir que realmente me trajiste hasta aquí para dormir solo?

Sin voltearse miró el fuego unos instantes y luego tomó la mano de la chica, acariciándola y haciendo que palpara el pecho de Griffith.

-Realmente te traje para dormir. Para que no te quedaras en el cementerio -comentó bajando su mano lentamente hasta su abdomen y luego el principio de los pantalones, sin ir más abajo- Y no voy a ser yo quien se lance nuevamente hacia ti. No soy ningún degenerado ni nada similar -comentó con una pequeña sonrisa, estirándose y luego soltándola, observando sus ojos.

Me reí.
- Eres amable, si, pero dudo que te importe tanto si duermo o no en el cementerio. Creo que tus manos son mas sinceras que tu boca- Lo miré a los ojos-.Pero está bien por mí, no espero más de tí. Empecé a acariciarlo.- Los dos sabemos bien el tipo de relacion que tenemos. No va mas alla de esto- dije mientras lo acariciaba en aquella zona sensible.

Le miró unos instantes y luego le apartó la mano.

-¿Me tomas por un insensible? -dijo mirándole con una ceja arqueada- Me ofendes, Miyuki -susurró serio, mirándola a los ojos y luego estirándose- Ya has hecho que se me pasen las ganas de hacerlo de nuevo contigo, insensible -dijo tumbándose en el sofá y mirano el techo.

Aquello me desconcertó. Simplemente me esperaba cualquier otra reacción, menos esa. Los unicos motivos por los cuales podria haberse molestado, era que sintiera algo por mi, lo cual quedaba descartado, y la otra era que estuviera fingiendo.
- No empieces con esos arranques de supuesto sentimentalismo, que los dos sabemos muy bien que no te ha importado en absoluto lo que he dicho. Pero bueno, si asi lo prefieres- dije sentandome, sin terminar la frase.

Griffith se cruzó de piernas sin decir nada, sacando un cigarrillo de un cajón y poniéndose a fumar como si nada, en silencio. Tomó un cojín para situarlo bajo su cabeza y tras ello bostezó, relajándose y palpando su vientre, algo que le tranquilizaba de sobremanera y hacía que sintiera sueño.

Ni siquiera contestó a lo que le dije. Solo se recostó comodamente en el sillón. me quedé ahí sentada un buen rato, sin saber que hacer. Al final me recosté silenciosamente en su pecho.

Con el cigarrillo en la boca Griffith pasó una mano por su pelo, acariciándolo lentamente mientras con la otra se dedicaba a apartar el filtro de sus labios para expulsar el humo, fijándose aún en el techo y luego cerrando los ojos, apagando aquel cigarro para tras ello mirar a la chica que estaba recostada en su pecho.

-¿Estás cansada?

Me relajaba sentir sus manos acariciando mi cabello.
- Más bien, estoy confundida. Al principio te comportaste de cierta manera conmigo, y a mi no me importó. Ahora te comportas de otra, y no entiendo el motivo.
me levanté, y lo miré a los ojos. - Dime que está pasando.

Griffith frunció el ceño y luego la miró.

-Estoy cansado. Hoy tuve un día duro en los infiernos -dijo tomándola de la mandíbula para que volviera a dispositar la cabeza en su pecho- Deja de preocuparte por todo y duerme -susurró tocándole el pelo- Si lo prefieres arriba hay camas para todos tus gustos, aunque creo que la mía es la más confortable

Decidí no hacerme más problema. Simplemente dejaría que las cosas pasen.
- Entonces vamos a dormir. Yo tambien estoy algo cansada. Mientras cuentame que pasó. ¿Que fué lo que te agotó tanto?
Levanté la cebeza, lo miré y lo besé.

Acarició su pelo y la miró. Ambos de pie se dirigieron a su dormitorio, subiendo las escaleras.

-Nada, lidiar con un par de arpías es un trabajo muy difícil. Pero cuando sabes su punto débil no es difícil matarlas, pero sí agotador -llegaron a la habitación, la cama era enorme.

Se adentró él primero y se arrojó en la cama, con las piernas flexionadas y las manos bajo su nuca.

-Tengo inmensas ganas de volver a encontrarme con ellas para destrozarlas

- ¿Asi que arpías eh? -dije riendo.
Cuando se recostó, me quedé parada en la puerta un instante. Era muy hermoso verlo tan relajado. Luego me dirigí a la cama y me recosté a su lado. Me dí vuelta un poco, para que mi rostro quedara encima del suyo. Mi largo cabello caía como una cortina envolviendonos a los dos. Lo besé muy suavemente, disfrutaba del roce de mis labios contra su tersa piel.
- Sabes, creo que fui muy afortunada al conocerte. Me has hecho muy feliz.

Griffith le acarició la mejilla lentamente, apartando su pelo para hacerlo en una cola y atarlo y que así no molestara.

-¿Tü crees? ¿Por el sexo? -preguntó sin entender muy bien- Vas a encontrar muchos hombres con los que sentirte satisfecha en ese campo, así que no te preocupes. Además, cunado sepas más, tú podrás mandar sobre ellos, verás que es mucho más divertido -dijo acomodándose en la cama.

Se notaba que no había entendido lo que le habia dicho
- No me refiero a eso. El encontrarme contigo cambió mi forma de ver ciertas cosas. Digamos que me has dado una gran leccion. Este día probablemente no lo olvide jamás. Es algo que va mas alla de lo que hicimos.
Acaricié su rostro, y luego de besarlo nuevamente dije -Supongo que no es importante para tí, pero quería que lo supieras.

Griffith no sbía cómo contestar a esa decisión, no era para él hablar de ese tipo de cosas así que sólo se comodó nu poco más y tras ello la miró a los ojos.

-No te preocupes por nada más y descansa. Mañana pediré a uno de mis sirvimientes que nos haga la comida y luego ya veremos que hacemos ¿de acuerdo?

- De acuerdo.
Me recosté en su pecho. Era la primera vez que dormía con alguien, pero en vez de sentirme nerviosa, o incomoda como de costumbre, me relajé aun mas de lo que ya estaba. Podía sentir los acompasados latidos de su corazón, y poco a poco, me fueron sumiendo en un profundo sopor. Antes de quedarme dormida por completo, atiné a decir -Buenas noches, que descanses.

Griffith la acunó en su pecho y también se relajó completamente, quedando dormido en varios minutos con la joven entre sus brazos. No le moelstaba dormir con los demás, aunque no solía hacerlo.

Aquella noche no despertó ni una vez. QUedó tranquilamente descansando sobre la cama

Me despertó la tenue luz del amanecer. Me costaba conciliar y mantener el sueño en presencia de la luz. Griffith seguía a mi lado, dormido. Me levanté levemente para poder mirarlo. Traté de moverme lo menos posible para no despertarlo. Se veía sumamente hermoso cuando dormía, puesto que sus rasgos angelicales se acentuaban, y esto le daba cierto aspecto indefenso, que me resultaba, cuando menos, embriagante.

Griffith dormía como un pequeño angel entre los brazos de morfeo. Sus ojos estaban cerrados y el cabello blanco por encima de su cuerpo, descansando en los brazos de Morfeo.
Se acomodó mejor en la cama, juntándose al lado de la mujer y luego suspirando, cubriéndose el rostro con un brazo.

-...

Griffith se movió, acomodandose, acercandose a mi. Suspiró. Me acerqué un poco a su oido y le susure dulcemente:- ¿Has dormido bien?- en seguida noté algo extraño en el.- ¿Sucede algo malo?

Entreabrió los ojos, aún con el brazo cubriendo su cara y luego volvió a suspirar.

-Nada... -dijo sin retirar la extensión- Me encuentro algo mareado... -comunicó echándose a un lado de la cama para vomitar sangre espesa. Respiró algo agitado y luego se reincorporó unos instantes- Mierda... mi estómago... -dijo en un murmuro, apretando su piel.

[Inventa algo, no sé]

[ de acuerdo...]

Cuando le ví hacerse a un lado y vomitar, me apresuré a tomar su cabello y apartarlo, para evitar que se ensuciara. No se veia bien, habia perdido el color y se le notaba el malestar en el rostro.
- Que poco elegante... De seguro esto te pasa por andar jugando con cadaveres- dije en un intento por distraerlo. Me puse seria - Ayer, cuando peleaste contra la arpía, ¿te hirieron?