Evil dead -priv-

Griffith apretó los dedos contra aquella carne caliente y luego se acomodó mejor, depositando un beso en su cuello y cerrando los ojos.

-Está bien, buenas noches... -temblaba un poco aunque a medida que pasaban los minutos iba relajándose- Después de todo sí que tienes un olor atraiente... -dijo de pronto acomodándose mejor y acariciando la espalda del demonio muy suavemente, arriba y abajo- Tienes una fiel fina... -sentía ahora su cuerpo algo más templano, aquello le gustaba- Antes de que digas nada, ya me callo... -aunque al no tener sueño sólo se quedó allí, acariciando su espalda lentamente con deleite.

Saberse allí de neuvo, parado y sin decir nada, dejando que la noche transcurriera abrazado al diablo, y no a uno cualquiera, aunque tampoco había conocido a demasiados por su poco interés en ellos, no le resultaba demasiado alentador, aunque tan sólo se tratase de que no muriese congelado. No se explicaba como alguien supuestamente tan poderoso pudiera sufrir en periodos de tiempo tan cortos tantas enfermedades y heridas, y él, posiblemente en uno de aquellos rangos de los que hablaban, inferior, seguía dándole todo absolutamente igual.

-Deja de acariciame o me pondrás cachondo-le advirtió con voz suave y lenta mientras mantenía los ojos cerrados y la barbilla apoyada en sus cabellos.

Griffith sonrió a veces. La tranquilidad se evaporaba con ese tipo de palabras burdas pero tampoco le disgustaba.

-Es lo que pretendía -comentó sin parar de acariciar su espalda, estaba caliente y era como pasar la mano por algo realmente suave- No tenía otra intención que esta -musitó con una leve sonrisa mientras una de aquellas manos iba a su cabello, acariciándolo- Mmmm... -miró el cielo, ahora ya veía bien- Puedo verte ya -dijo levantándole un poco el rostro y mirándole- Aj, qué feo eres -echó a reír a penas, no lo decía en serio y bien sabía que el demonio no tenía noción de lo bonito o feo- Anda, recuéstate de nuevo y dame calor, que me gusta.

Gill le miró un momento sin decir nada y dejó salir el aire de sus pulmones sonoramente, sujetándole para arrastrarle hasta él, haciendo que estubiese parcialmente tumbado sobre su ancho cuerpo.

-Qué idiota eres...-le contestó apoyándole una mano en la cabeza, notando entrar y salir su respiración contra su garganta-. Tu puedes dormir. Aprovecha para hacerlo ahora que tienes tiempo. Si mañana nos encontramos con una bandada de demonios pretenderás estar con todos tus sentidos despiertos ¿no? Esos tres que tenías.... ¿Han aumentado?

Griffith le miró a los ojos unos instantes y suspiró.

-Puedo seguir luchando, no te preocupes por eso -comentó deslizando las manos por el pelo y la espalda, sin detenerse- Además, es pronto, me sobra el tiempo para dormir - Mis sentidos ya están bien. Ese veneno puede matar a humanos pero a nosotros sólo nos deja un par de horas medio confusos y con perdida parcial de algunos sentidos, nada grabe. En cuanto los cortes tampoco son tanta molestia.

Se acomodó mejor y estiró un pcoo el pelo de Gillthanas.

-Venga, ven -le tomó de la mandíbula y se puso un poco más arriba, pecho contra pecho, besándole entonces los labios lentamente y luego bajando por el cuello con la lengua.

-Buscas problemas...-le dijo apoyándole ambas manos sobre las sienes, deslizándolas hacia atrás, peinando sus cabellos con los dedos-. ¿Quieres que me aproveche de un tullido sin capacidad de defenderse?-le preguntó pegando sus labios a los del demonio y rozándolos de un lado a otro para alargar la lengua hacia ellos un momento antes de retirarse.

-Qué indecoroso... incluso para un demonio como yo-le apartó con suavidad la cara y se acercó a su cuello, oliéndole la fina piel-. Eres tu el que está caliente... no yo.

Griffith sonrió unos instantes. En ese momento su cuerpo estaba tibío y por el momento sin excitarse. Le acarició el cabello también, peinándolo hacia atrás como había hecho Gillthanas.

-Mmmmm... No sé, yo te dejo que te aproveches -comentó tomándole de la nuca para que Gill pegara sus labios a su propio cuello, cerrando los ojos- Ahora mismo me siento bien así... -suspiró, su mano en la espalda del demonio seguía subiendo y bajando lentamente, sin cesar- Mmmm... -le volvió a levantar el rostro y le besó de forma profunda, acariciando con su lengua la ajena.

Gill le dejó que le besara pero no fue más allá. Sus manos se detuvieron a la altura de sus hombros, vlviendo a subir hasta su cuello para acariciarlo con suavidad.

-Vas a abrirte las heridas...-le susurró mordiéndole el labio inferior y mirándole después a los ojos-. Y yo no vuelvo a cerrarte nada. Como vuelvas a caerte de dolor o desangrado en medio del camino allí te dejaré.

Se acomodó mejor bajo él, sin prestarle demasiada atención, pero arrastrándole a propósito hasta que estuvo completamente sobre él. El demonio coló una de sus piernas entr las del diablo y la apretó allí suavemente.

Griffith sonrió unos instantes y volvió a besarle los labios lentamente, como si fuera un juego de tira y afloja donde se iban dando entre los dos para luego echarse hacia atrás.

Cuando sintió la pierna de Gillthanas entre las suyas movió un poco sus caderas, sin demasiado descaro, un roce que ni tan siquiera podía excitarle.
Le besó el cuello y tras ello mordió el lóbulo de su oreja derecha.

-No creo que se me vayan a abrir las heridas, no estoy haciendo nada -comentó acariciando su cabello liso, dejando que el propio cayera sobre el cuerpo de su acompañante- Eres tú quien mete la pierna entre las mías.

Gill sonrió a penas dejando caer una mano a un lado, sobre las ramas, mientras la otra se posaba suavemente en las caderas de Griffith, tomándolas con firmeza para moverlas a su antojo, haciendo que se rozara más intensamente.

-Coincidencia....-mustió apartando suavemente la cara para tener a la vista su costado sano-. Si te molesta sólo tienes que irte a tu lado. Entrarás en calor si te haces un ovillo...

Griffith le miró y le detuvo la mano suavemente, apretandola unos momentos y moviéndose sobre si mismo pero frotando su cuerpo contra el de Gillthanas, sobretodo en la zona con la que mejor podría reaccionar siendo ambos hombres.

-No sé... Casi que prefiero quedarme así, me siento mejor -comentó mirándol ea los ojos y flexionando un poco la pierna, rozando la entrepierna de su acompañante con la propia- ¿Está bien si me qudo aquí encima? -cuestionó besando sus labios profundamente.

-Está bien. Entonces para-dijo apartando las manos de su cuerpo suavemente, sin apartarle a él de encima de su cuerpo-. No quiero gastar las pocas energías que tengo para hoy, debo reponerme antes de que salga el sol.

Gillthanas respiró profundamente y apartó con suavidad la cara, evitando estar accesible para Griffith.

-Yo también descansaré unas horas, he hecho demasiados esfuerzos esta noche.

Griffith frunció el ceño y luego apoyó el rostro en el pecho de Gillthanas, no volviendo a besarle, en realidad se había animado a aquello. Miró el horizonte sin decir nadam entrecerrando los ojos sin tener sueño. Suspiraba lentamente al igual que su respiración que chocaba contra la ropa del meyor, acurrucándose un poco sobre él como un perro en su humano, buscando el confor y calor.

-...

Con el paso de los minutos y el silencio el cuerpo del demonio descenció ligeramente de temperatura, quedándose tibio y quieto. No estaba dormido, podía escuchar cada sonido, percivir cada olor. Le llegaría la información de diferente forma ya que su mente estaba en otra parte, ausente de la realidad.

Como si se tratase de una roca ivernando se quedó allí sin tiempo fijo, esperando que algún movimiento brusco o sonido alarmante lo pusiese en guardia sacándolo de su ensoñación para que sus ojos se abrieran de nuevo.

Griffith sin embargo no podía dormir, tenía muchas preguntas en la cabeza. Miró hacia arriba en el árbol y vio un fruto por lo que se levantó suavemente de encima de Gillthanas para tomarlo y volverse a recostar poco a poco, pegando su cuerpo al ajeno para dipositar un beso en la punta de su nariz y comiéndose una aparente manzana hibrida con pera y luego suspirar, acariciando el cabello de su acompañante y quedando quieto, sintiendo su calor.

-...

-Griffith....-lo que vieron sus ojos cuando los abrió fueron las ramas de árbol a uno de los lados. Se volvió hacia él y se incorporó, sentándose. Había notado al volver a la mente a la realidad una ligera punzada en la cabeza, un extraño dolor que le duró a penas unos segundos pero que bastó para desorientarle un copo.

Sentado en el fondo de aquella cuenca de ramas se tomó su tiempo para despejarse y después se giró hacia el diablo, empujándole contra las paredes de ramas con su propio cuerpo y besándole sin decir nada, apoyando un brazo al lado de su cuerpo y apresándole allí.

Griffith le miró unos instantes sin comprender y luego se acomodó suavemente sobre las ramas, sonriendo a penas y acariciándole la mejilla mientras se levantaba un poco y le besaba con tranquilidad, acariciando sus cabellos.

-¿Qué pasa? ´-cuestionó al haber oido su nombre a penas con su primera palabra- ¿Pasa algo? -le atrajo hacia si para abrazarle de forma suave y luego le mordió el cuello- ¿Quieres irte ya? Aún es de noche... -le acarició entonces la cintura, mirándole sin entender nada.

-... no aún no-le dijo con suavidad rodeándole la cintura con un brazo por el lado bueno, ajustando su cuerpo al propio. Llevó los labios cerrados a su oído y después, sin decirle nada, bajó por su cuello y lo mordió.

-Creo que tengo hambre...-le dijo acercándose más a él, de rodillas para abordarle por todos los lados sin dejarle escapatoria, cubriéndole con su gran cuerpo para volver a llevar los labios a través de su mandíbula hasta los labios de Griffith y atraparlos.

Griffith le miró acabando de comprender todo lo que decía y besándole los labios también, correspondiendo a aquel beso y siguéndolo lentamente y apretando las caderas con cierto deleite hacia él.

-¿Quieres comerme? -preguntó con una sonrisa- Cierta parte de mi cuerpo cuando se le mete algo lo traga todo, o, al menos, con la única persona que lo ha intentado lo ha aceptado -dijo refiriéndose al miembro de Gillthanas. No había cosa que le excitara más que las palabras e insinuaciones- Pero estoy un poco malo y herido así que deberás probar si te da de comer tú solo -acarició su mejilla muy lentamente y le miró a los ojos- ¿Interesado?

-Ya lo se-contestó controlándose un poco, pero sin separarse de él demasiado para seguir respirando su aroma un momento. Sus problemas provenían de aquella mala mezcla entre hambre de carne y sangre, y aquellos instantes de éxtasis no buscados que de vez en cuando le asaltaban por sorpresa y necesitaba apagar aquel fuego de inmediato.

-Sé controlarme-alegó en su defensa sin despegarse de su cuerpo, apretándose más contra él si podía ser-. Pero tu olor me mata... mierda...-realmente parecía desesperado, y su respiración se había agitado ligeramente-. Pero puedo controlarme... ahora...-dijo aflojando un poco la distancia y separándose unos centímetros.

Griffith le miró a los ojos y luego bajó una mano por su cuerpo, acariciando su entrepierna.

-Estás un poco duro... ¿No quieres hacerlo de verdad? -preguntó besándole los labios y bajando por su cuerpo mordiéndole- Te ofrezco mi trasero para saciarte siempre y cuando me des el mismo placer de la otra vez... -comentó mirándole- ¿No te es suficiente? -apretó un poco las piernas, le excitaba oírle decir aquello- Me pones duro cuando me hablas de esta forma, Gillthanas... -comentó mordiéndose el labio inferior- Mmmm.. -apartó su mano, relajándose- ¿Vas a comer...?

-Lo estoy demasiado...-mustió apoyando las manos a ambos lados de su cabeza, sobre las ramas-. Pero eso sería demasiado violento, ni yo tengo fuerzas para tanto ni quiero que te esfuerces en tu estado.

Se acercó a sus cabellos y respiró agitadamente sobre ellos.

-Puedo correrme con muchas más facilidad de la que te crees... Si me lo propongo sólo verte desnudo podría provocármelo...-le dijo al oído, respirándole sobre él y dejando su cálido aliento allí-. Griffith...-le dijo en susurros, casi de forma inaudible, sólo par él-... fóllame la boca...

A Griffith le sorprendió aquellas palabras y luego sonrió, besándole los labios lentamente para luego pasar las manos por su rostro.
Se arrodilló encima las ramas y se desabrochó los pantalones, tomando su sexo un tanto dormido e introduciéndolo en la boca de Gillthanas a penas, moviendo un poco su cadera, de forma lenta, al menos en principio.

Se apartó para desnudarse completamente y volvió a hacer lo mismo, siguiendo, apoyando una mano en la cabeza de Gill para acariciar su cabello.

Gill le miró momento desde allá abajo y simplemente se tragó el miembro ajeno sin moverse en absoluto. Dejó que lentamente fuera Grifith el que fuera marcando aquel ritmo. Él por su parte se concentró en apresar su hombría entre los labios, jugueteando sobre la piel con su lengua tratando de estimularle rápidamente.

Griffith le miró, se estaba poniendo algo más duro ante aquellas caricias con la boca y le encantba la forma en lo que estaba estimulando, moviendo sus caderas de forma firme dentro y fuera de la cavidad, sin dejar de observarle y acariciarle el pelo de vez en cuando, suspirando.

-¿Seguro que no quieres nada -preguntó profundizando más en la garganta, sacándole el sexo para que respondiera- No me importa hacer algo...