Las sombras que me aman - Privado Azrael -

Cuando abrí los ojos Gill se encontraba frente a mi mirándome intensamente y yo tenia media cara tapada con la mano, entonces el agarro mi muñeca y me beso, recorriendo con su lengua toda mi boca, produciéndome una sensacion grata de excitacion, cuando hubo terminado me miro de nuevo y me pidió que no me tapara, el quería verme, me puse mas colorada si cabía la posibilidad y asentí levemente.

Gill continuo con sus besos y sus caricias por mi cuello, pecho.......

Y yo comencé a suspirar excitada, con los ojos cerrado y los labios entreabiertos, aferrando mis manos a la sabana para no llevarlas de nuevo a mi cara, sin comprender cual era exactamente la razón por la que Gillthanas quería verme en ese estado

Gill se peró sobre su vientre, bajo el ombligo, cerrando los ojos y apoyando allí ma mejilla para notar bajo la finísima piel la sangre latir, su cuerpo vivo bombeando bajo el suyo. Y de nuevo desde aquella posición alzó la vista para verla mientras deslizaba por primera vez una mano por el interior de sus mulsos, acariciándola y acercándola a su sexo.

El tacto sobre las yemas de sus dedos de aquella piel oculta, tan cálida y suave, húmeda, le hizo estremecer de arriba a abajo y de nuevo concentrándose tan sólo en el cuerpo de la chica comenzó a acariciarla sobre aquella zona con especial cuidado.

Note el peso de su cabeza sobre mi vientre, pero me pareció agradable después de tanta excitacion aquella aparente calma.

Su mano se deslizo entre mis piernas haciendome dar un respingo y abrir los ojos de golpe, suspirando ante aquellas caricias de manera mas profunda.

-Gill...-susurre entre suspiros

Me encontraba extraña, mi piel estaba muy caliente como si tuviera fiebre y la vista se me nublaba haciendome abandonar a todo aquello, mientras mis suspiros poco a poco se iban convirtiendo en lebes gemidos y mis manos se debatían contra las sabanas por no soltarlas, para cumplir el deseo de Gill de no taparme

El demonio intercambió con ella una última mirada antes de seguir deslizándose por su vientre, dejando rodar la lengua por su piel hasta lograr alcanzar aquella boca cálida que había ansiado durante todo aquel tiempo, pues era el primer impulso de alguien enamorado el de besar sus labios. Unos lábios cálidos, y húmedos. Increíblemente atrayentes por el agradable aroma que desprendían y que después guardaban aquello a lo que realmente ansiaban alcanzar sus labios.

Con suavidad empujó un poco las piernas de la chica, dejando más accesible el sexo de la fémila, el cual recorrió de un extremo a otro con la lengua para detenerse sobre el clítoris, tocándolo con especial cuidado en un principio, con suavidad, rozándolo en círculos mientras sus manos seguían acariciándole las piernas.

Su lengua comenzo a acariciar mi vientre bajando cada vez mas hasta que llego a aquel lugar entre mis piernas, produciéndome un cosquilleo intenso y agradable, que poco a poco amento en la misma medida que su lengua profundizaba en aquella zona, produciéndome cada vez gemidos mas profundos e intensos que me avergonzaban sobre manera e intentaba acallar mordiéndome el labio sin demasiado éxito.

Mi mano de nuevo alcanzo su cabeza y la presiono involuntariamente, me había perdido en los pasillos de aquel placer que me confería el demonio y poco a poco estaba perdiendo la cordura y el miedo.

El demonio se llevó un par de dedos a la boca, lamiéndolos un momento y llevándolos de nuevo al sexo de la chica, notando como poco a poco él solo se iba lubricando con rapidez, lo cual le facilidaría mucho las cosas.

-Hazlo tu-le dijo con suavidad tomándole de la muñeca con la otra mano y haciendo que se tocase de forma superficial por allí por donde ya había pasado sus manos y lu lengua, pidiéndole que se masturbara a sí misma mientras lentamente comenzaba a colar los dos dedos en su suave interior.

Me quede paralizada con aquella petición y clave mis ojos confundidos en el demonio

-Gill-me ruborice-yo..nunca-yo jamas había sentido interés por aquellas cosas asi que realmente no me había dado ni tan siquiera placer a mi misma.

note como aquellos dedos entraban en mi, produciéndome una sensacion electrizante que me recorrió la espina dorsal haciendo que me arqueara de placer mientras un profundo gemido desgarraba mi garganta.

Lentamente Los dedos del demonio fuerjon unjiendo y sacando aquel lubricante natual, haciendo que toda la zona se humedeciera y mismo tiempo las paredes interiores se fueran dilatando.

-Es fácil-le dijo con suavidad presionando su propia mano sobre la de la chica, haciendo que se acariciase-. Tan sólo haz lo que te pide el cuerpo que hagas, despacio...-susurró mirándola mientras seguía entrando y saliendo de ella de aquel modo, con los dedos, notándolo cada vez más húmedo mientras volvía a ascender por su cuerpo desnudo, besándolo con cuidado hasta llegar nueamente a sus labios, inclinándose sobre ella con su enorme cuerpo sin dejarse caer.

Seguí las instrucciones de Gillthanas algo torpemente al principio, pero aprendía rápido y pronto llegue a pensar que me podría hacer adicta a aquello.

Sus dedos continuaron entrando y saliendo de mi mientras el ascendía como una enorme moles sobre mi besandome de nuevo completamente hasta llegar a mis labios.

Entrelace mis brazos rodeando su cuello haciendo que se recostara sobre mi y aspire su olor a medida que le besaba y mis labios pronunciaban palabras de afecto y cariño.

El demonio la besó repetidas veces mientras deslizaba una de sus manos por sus muslos rodeándolos y haciendo que flexionase las rodillas para acomodarse entre sus piernas con facilidad.

-Relájate...-le dijo con suavidad deslizando la misma mano por su vientre, calcándola allí con delicadeza, acariciándola. No tardó en buscar con la otra mano su miembro completamente endurecido ya, posanso el glande sobre el clítoris húmedo y frotándolo un instante antes de dejar deslizar su sexo por el ajeno, dejándolo caer sobre aquella entrada excitada y completamente humedecida sin calcar aún.

Sus besos me extasiaban, y aquellas caricias me estaban dejando sin respiracion.

Me pidió que me relajara y lo único que pude hacer mientras le dejaba que me flexionara las rodillas era respirar profundamente, entonces note aquel tacto nuevo y supuse lo que vendria en breve, lo froto contra mi sexo produciéndome una grata sensacion de placer y entonces lo dejo allí, preparado para entrar en mi interior.

-¿me dolerá?-pregunte clavando mis ojos en los suyos-se sincero.....

El demonio la miró a los ojos y sonrió con suavidad.

-Notarás una molestia-le dijo con tranquilidad, pasándole un brazo por debajo de la espalda para abrazarla-. Cuanto más relajada estés menos fuerza harás, si me cuesta entrar podré romper alguna piel y sangrarás, pero tan sólo es al principio. Los músculos se acostumbran rápido-le dijo besándola de nuevo una vez más antes de comenzar a presionar su sexo al interior de la chica.

A penas había introducido la cabeza de su mimebro notó las diferentes sensaciones que le causaba hacer aquello, lo ajustado que estaba, aunque era mucho más fácil con una mujer que con un hombre, y la calidez.

-Además está muy húmedo. Eso facilita las cosas...

Gillthanas era muy gentil y muy suave conmigo, todas aquellas palabras dulces me hacían relajar y que me explicara como podían ser la s cosas me daba un cierto consuelo.

Le abrace con fuerza cuando le note entrando en mi intentando relajarme, pero haciendoseme difícil ya que notaba un dolor agudo que hizo que un pequeño grito escapara de mis labios.

-Duele...-me quejé apretando mi cuerpo contra el suyo, estrechando aquel abrazo-duele mucho-una lágrima escapo de mis ojos

El demonio tomó aire para soltarlo después contra el cuello de la chica, relajándose un momento y retrocediendo.

-Podría dilatarte a propósito...-dijo respirando con algo más de tranquilidad cuando su sexo volvió a salir-. Mágicamente, para que no te doliese... Pero claro no sería lo mismo...-comentó sonriento a penas y volviéndose para mirarla a los ojos. Era más difícil de lo que había supuesto en un principio, porque allí si había un hueso frenándole en sus movimientos.

Una vez más, después de volver a introducir un par de dedos y tratar de que el espacio se agrandase un poco más repitió el proceso, empujando suavemente y muy lentamente su miembro contra el interior de la chica, no volviendo a meter más que la cabeza cuando se paró.

Aquello me exasperaba, la repetición del proceso y las palabras de aliento de Gill esta vez no me sirvieron.

Note de nuevo aquella intromisión y dolo, un poco menos que la anterior, pero seguía siendo doloroso, así que tenia que hacer algo, si una vez estuviera dentro dejaría de doler, aria que entrara lo antes posible.

Hice presión de mi cuerpo contra el suyo, haciendo que aquello entrara finalmente con un grito de dolor y después me quede quieta, respirando trabajosamente, notando aquello entro de mi y como poco a poco el dolor laceran te se disipaba.

Cuando me hube tranquilizado mire a Gill y sonreí

-Auch¡-hice sonido cómico de queja, y después le bese , lamiendo aquellos labios mientras su miembro se encontraba llenandome

Gillthanas también notó aquella presión sobre su mimebro, era algo incómodo pero se ahorró cualquier sonido de queja, jadeando con fuerza sobre la garganta de la chica para llevar una mano entre ambos y palpar la base de su sexo, notándolo presionado y enterrado en el interior de la chica.

-¿Estás bien?-le preguntó mirándole a los ojos y acariciándole las clavículas. Esperó unos segundos al menos, mientras el calor del interior le inundaba, antes de comenzar a removerse levemente por encima de ella, sacando a penas unos centímetros su sexo para volver a meterlo con cuidado, muy lentamente-. ¿Te duele?

Suspire ante aquellos movimientos del infernal y asenti, dandole a entender que todo estaba bien, realmente no me dolia era mas una molestia lo que sentia, pero tambien placer que lo enmascaraba haciendome gemir suavemente.

Cioemce a moverme lentamente contra el al compas de sus penetraciones haciendolas algo mas profundas al igual que mis gemidos, y mis manos fueron a su espalda arañandoa en algunos momentos en los que el pacer me cegaba

-Gill....-pronunciaba su nombre entre gemidos

-¿Quieres verte?-le preguntó con suavidad al oído. Casi al mismo tiempo, en el techo, sobre la cama, apareció un espejo limpio y cristalino que dejaba ver toda la cama y lo que había sobre ella, el cuerpo de ambos, la ancha espalda sobre la chica.

Gillthanas se mordió el labio, apoyando las manos en el colchón a ambos lados de su cuerpo para elevarse un poco, tan sólo para poder verla, mientras los músculos de su pecho y estómago se contraían ligeramente entre suaves espasmos, al tiempo que poco a poco iba profuncizando las penetraciones, haciéndolas más largas y rápidas de cuando en cuando.

Gill me pregunto algo que no acabe de comprender hasta que me vi reflejada en aqiel espejo en el techo, lo que produjo un gran rubor en mis mejillas.

Gill se levanto un poco y comenzo a profundizar aquellas embestidas cada vez mas rapidas, mientras yo intetab seguir el ritmo mobiendome bajo el y gimiendo.

-Gill, me da.... verguenza-dije como pude-tengo que verme horrible, seguro-dije ocultandome bajo su cuerpo

El demonio sonrió mirándola, pasándose la lengua por lo labios.

-No te ver horrible para nada-le dijo pegándose a ella y echándose a un lado sin salir de ella, quedando ambos tumbados de lado frente a frente. La tomó por una de las piernas haciendo que le rodease la cintura con ella y continuó moviéndose-. Mírate-le susurró empujándole la cara con la suya para que viese su reflejo.

-No eres horrible. Eres preciosa. Y te ves preciosa así-le dijo con calma sonriendo, pasándole un brazo por la espalda.

Los movimientos del infernal nos hicieron quedar de lado, con una de mis piernas rodeándole mientras el seguía moviendose entrando y saliendo de mi interior.

Gillthas empujo mi rostro haciendome mirar en el espejo, a la vez que me decía que era preciosa y me veía preciosa así y yo solo pude ruborizarme al ver aquella escena mas propia de alguien pecador que de un ángel como yo.

Tras ver aquello cerré los ojos y volví la mirada hacia el con una sonrisa un tanto lasciva

-Se te be muy buen culo a través del espejo-dije a modo de broma para eliminar tensión- te ves mucho mas hermosos que yo Gill-dije besando su cuello y mordiéndolo como si quisiera llevarme aquel pedazo de carne.

Me encontraba cegada por el placer

Sin dejar de moverse Gillthanas iba entrando y saliendo de ella regulando la presión y la velocidad, acelerando de vez en cuando y yendo despacio, cogiendo confianza, notando que la presión molesta iba desapareciendo y podía deslizarse con mucha más facilidad.

Después de un rato, cuando ya creyó a los dos desinhibidos, la sujetó por las caderas y volvió a voltearse, dejándola sobre él, sentada a horcajadas con su sexo aún en su interior latiendo.

-¿Puedo verte así?-le dijo respirando con celeridad, con las manos en sus costados-. ¿O te da verguenza que vea como lo haces tu misma?-le preguntó besándole la mandíbula y sonriendo, empujándola un poco para que se quedase sentada con la espalda recta.

Esta si que no me la esperaba, me encontraba sobre el, notando su miembro en mi ineterior, mientras un infernal excitado me preguntasab si podia verme asi, haciendo aqueyo yo misma.

Suspire, notando aquello en mi interior y lpensando muy seriamente en la posibilidad de moberme en aquella postura.

-Solo si te sientas-dije mirandole a los ojos-prefuero sugetarme a tus hombros si quieres que lo haga.

El demonio la miró un instante y sonrió, apoyando una mano en el colchón para apoyarse y levantarse, quedándose sentado a la altura de la chica.

-¿Mejor?-le preguntó pegando su pecho al del ángel pasándole una mano por la espalda y acariciándole el rostro y el pelo con la otra, acercándose un momento a besarla y morderle levemente el labio, acomodándose mejor. El cuerpo de la chica seguía siendo pequeño, moldeable. Sentirlo bajo sus manos era completamente embriagador.

Gill atendió a mi petición y se sentó, poniéndome las cosas algo mas fáciles.

Se pego a mi y acaricio mi espalda, mi cabello y me beso con pasión haciendo me sentir bien, segura de mi misma y querida, muy querida.

Comencé a moverme sobre le, poco a poco haciendo salir aquel miembro de mi unos centímetros y después dejandome caer de golpe, lo que me producía un placer electrizan te y un gemido cada vez.

Me agarre a los hombros de Gill y probé a moverme deslizándome sobre sus piernas de atrás a alante y también era muy placentero.

Poco a poco comencé a intercalar aquellos movimientos, dejando caer mi cabeza hacia tras mientras gemía y me aferraba fuerte mente a Gill, con movimientos cada vez mas fuertes y rápidos