Sombrero de sombras - privado -

Gil se acomodó mejor y se levantó, sentándose sobre la rama largando un gruñido de cansancio mientras se movía.

-¿Qué prueba?-le preguntó cogiéndole un mechón de cabello, acariciándolo con cuidado-. De modo que me has puesto a prueva... Voy a tener que tomar nota yo para la próxima. Te lo haré pasar mal...-comentó frunciendo el ceño y deslizándo los dedos con suavidad por aquel mchón.

Le observó unos instantes y sintió los dedos en su cabello, largo y blanco. Sonrió relajado, a penas tendiéndose sentado.

-Mmmm... ¿Quién ha dicho que haya próxima vez? -cuestionó con la voz un tanto dulce, volteándose para mirarle los ojos y tras ello besarle lentamente los labios- Baja mi ropa de aquí y a mí, empiezo a tener frío, ya sabes que mi temperatura no es demasiado buena, y menos encima de un árbol -susurró tocándole la nariz con un dedo- Aunque primero estaría bien poder lavarse

-Lávate en tu casa-le contestó como siempre cortante, pero de buen humor. Se puso en pie sobre la rama y cogió su pantalón, poniéndoselo y resintiéndose a la vez-. Ah... mierda... ¿estás ahí?-preguntó hablando con su entre pierna con cara de molestia mientras se rozaba el vientre con una mano.

-¿Quieres decir que no habrá una próxima vez?-preguntó poniéndose la camisa, dejándola sin abotonar y después cogiendo la ropa del diablo-. Y no me digas que juege con mi integridad como hombre... porque queda claro con tu comentario que pones en duda que vuelva a encontrarte y a darte el mejor sexo de tu vida...-comentó tendiéndole la ropa, enfatizando sus palabras mientras le tendía una mano, ofreciéndosela para que se apoyara en ella y se levantase.

Se levantó con algo de dificultad, puesto que sus piernas temblaban un poco y por ello a penas conseguía ponerse en pie. Entrecerró la mirada, sin soltarle por miedo de fallecer hasta el fondo, transpasando la tierra. No pudo contestar a nada de lo que dijo, simplemente aferró la ropa en sus brazos, cerrando los ojos y esperando que le ayudara a bajar.

Su corazón latía rápido, parecía sobresalir de su pecho.

-No me encuentro... demasiado bien... -musitó frunciendo el ceño, sintiendo el mareo presento- Nada bien...

Gill lo cogió con facilidad y bajó al suelo con él envueltos en una nube negra que se disipó al chocar contra el suelo suavemente.

-¿No puedes saber lo que es?-le preguntó mirándole-. Qué enfermizo eres... Tienes tres mil años, ¿no deberías poder diferenciar dolores?-comentó aún sujetándole para que no se cayera si llegaba a perder el equilibrio por lo que fuese. El sol comenzaría a salir pronto y debido ya a la claridad los ojos de Gill perdieron completamente el tinte azulado para ser completamente blancos y fríos.

El muchacho se apoyó mejor en Gillthanas, casi sin aguantarse con los pies.

-Supongo... que estoy... cansado -musitó sin saberlo realmente, con los ojos cerrados puesto que estaba nuevamente a punto de caer- Siento náuseas... -hizo que le soltara, sentándose al suelo con el rostro tapado por su propio cabello y el cuerpo desnudo- Uffff... -tomó aire, intentando relajarse como podía- No sé qué me pasa así de repente...

Gill le miró alzando una ceja y se acercó a él, cogiéndole la ropa y empezando a vestirle.

-Vas a tener un hijo mio...-bromeó con rostro serio mientras le ponía los pantalones, vapuleándole sin problemas-. O has cogido frío... ¿tu puedes resfriarte?-le preguntó. Aún había cosas que le parecían incomprensibles e incompatibles en un demonio, o diablo, qué más daba-. Si se te va a pasar pronto... me quedo un poco más. Si no me voy ya. ¿Te vas a recuperar pronto?-le preguntó.

Griffith se encogió de hombros, con una mano en el rostro para cubrir su cara y luego suspirando, aparentemente dolorido.

-Tranquilo, puedo yo solo... Iré hasta la taberna -comentó algo desorientado, intentando ponerse de pie gracias al árbol que habían subido y abriendo los ojos, notando como todo le daba vueltas y estaba mareado- Puf... -le observó unos instantes y tras ello se apoyó en su pecho, mirándole- Mmmm... Me duele el trasero, la cabeza, el abdomen, las piernas... Creo que voy a vomitar...

Gill le miró y le pasó una mano por la espalda.

-Lo del trasero lo comprendo... ¿pero vomitar?-preguntó arrugando la frente-. No pensé que fuera tan malo en esto para hacer que los demás sintieran náuseas... Vamos te llevo. Te dejaré allí durmiendo, no vaya a ser que te quedes por el camino...-le dijo acercándose a su cabello y dejando allí un beso.

Empezó a andar apoyado en Gillthanas, en el hombro, paso a paso, intentando aparentar más fuerte de lo que era. Suspiró, parándose cuando estuvo a punto de vomitar y no pudiendo evitarlo, apartando su cabello sedoso para no ensuciarlo.

-Mierda... -se aferró a su estómago, dolía, demasiado quizá- Me duele mucho... -comentó volviendo a ponerse de pie, andando, como podía- Uf...

Gill le cogió por el brazo con firmeza pero sin hacerle daño, haciendo que se incorporara.

-Menudo diablo estás hecho... Das más problemas de los que en realidad tienes-comentó abrazándole. Los dos desaparecieron envueltos en una nube de niebla negra arremolinándose y dejando un vacío donde habían estado segundos antes.

Cuando Gill logró aterrizar en la posada, en el mismo cuarto que le había cedido el dueño para pasar el día, siguió sujetando a Grifftih por si acaso el viaje le había mareado.

-¿Estás bien?-le preguntó haciendo que se sentase en la cama.

Agachó la cabeza unos instantes y tras ello suspiró, cubriéndose el rostro con una mano y luego tumbándose.

-Ya estoy aquí, ya puedes irte... -susurró acomodándose mejor y tapándose con una manta mientras intentaba retener unas cuantas arcadas más que se acumulaban en su garganta, algo que le hizo palidecer más de lo que estaba al instante- Ajjj... -apretó los dientes, mirando hacia otra parte- Ufff... No puedo... -susurró contrayendo el estómago y aferrándose a él

Gill agachó la cabeza chasqueando la lengua.

-Sí, claro... Primero dime qué te ocurre-le pidió sin moverse del sitio. Alzó un momento la vista dirigiéndola hacia la ventana y viendo como los primeros rayos del sol comenzaban a aparecer por encima de las montañas. Frunció levemente el ceño y apretó los labios-. Ya estás muerto así que no puedes ir a peor...

Griffith le observó durante unos instantes y tras ello suspiró, volteándose un poco.

-No sé, me encuentro como si ... aj... -apretó nuevamente, cerrando los ojos y tragando saliva- ¿Seguro que no me has embarazado? -preguntó intentando darlo un toque cómico a la situación aunque se evaporó ante un nuevo impulso de dolor- Joder... -echó el rostro a un lado, vomitando un lago de sangre espesa yt luego respirando agitada- Ugh..

-Eso no te lo he hecho yo...-comentó mirándole y después de unos momentos sentándose al borde de la cama-. Se te habrá roto algo por dentro... Pero es imposible, de habersete rasgado algo habrías sangrado, y no lo hiciste, y dudo mucho que se te haya roto algo por dentro porque sí, no te he golpeado el estómago con una barra...

El demonio le contempló unos instantes y le pasó una mano por la frente.

-¿Sabías que hay enfermedades de mentira? La gente cree que las tiene y acaba teniéndo los síntomas a pesar de estar perfectamente.

Griffith le observó unos instantes y tras ello apretó los dientes, suspirando.

-No te he pedido que te quedes a decirme ese tipo de tonterías ¿sabes? -musitó empezando a sudar mientras se acariciaba el estómago lentamente, intentando calmar el dolor con lentos masajes- Mmmmmm... No sé.... Tengo ganas de vomitar de nuevo -se levantó, yendo al baño para vomitar directamente, contrayendo nuevamente su cuerpo- Joder...

-Ya sé que no me lo has pedido... Pero al menos estoy-decía mientras iba tras él caminando tranquilamente hasta el baño. Le miró un instante en silencio.

-Ya es de día. No quiero encontrarme con los demonios mientras me voy, así que partiré enseguida. ¿Te cuidas?-le preguntó pasándole una mano por la espalda suavemente, mirándole otro tanto mientras dejaba que respirara.

Tosió unos instantes y tragó saliva, levantando el rostro un poco y suspirando, mirándole a los ojos.

-Ufff... -entrecerró la mirada y tras ello sonrió instantes- Lo intentaré... -comentó estremeciéndose y quedando apoyado contra la pared con la cabeza gacha, respirando de forma algo difícil y tras ello entrecerrando la mirada- Si sobrevivo quizá nos volvamos a ver... -comentó acurrucándose limpiándose los labios.

-Qué exagerado eres... Y si te mueres te veré de todos modos allá abajo-le dijo acercándose a él. Le tomó por la barbilla con suavidad y sonrió antes de dejarle un beso en la mejilla, con cuidado.

-Pórtate bien, Griffith-le dijo mientras se separaba de él. Se acomodó las ropas un instante y después de un momento en silencio se dio la vuelta y salió del cuarto.

Griffith le miró unos instantes y luego suspiró, asintiendo a penas con la cabeza y sonriendo como un niño.

-Sí, claro, me esperaré por ti -susurró sonriendo con malicia mientras se acomodaba mejor y tras ello volvía a vomitar, suspirando- Qué asco... -se echó hacia atrás, quedando entonces en silencio